Las multinacionales petroleras amenazan con denunciar a Campsa por abuso de posición dominante

Las multinacionales petroleras que operan en España - con excepción de British Petroleum (BP) y Elf Aquitaine - han decidido denunciar a Campsa ante el Gobierno español y el comunitario por abuso de posición dominante si esta empresa no modifica su actitud de no distribuir para ellos, mientras si lo hará para sus accionistas (Repsol, CEPSA y Petromed). Las multinacionales, que han asegurado que están dispuestas a iniciar acciones legales, exigirán daños y perjuicios al no poder cumplir los compromisos que tienen contraídos con varios clientes, aunque, según fuentes del sector, tratarán de alc...

Las multinacionales petroleras que operan en España - con excepción de British Petroleum (BP) y Elf Aquitaine - han decidido denunciar a Campsa ante el Gobierno español y el comunitario por abuso de posición dominante si esta empresa no modifica su actitud de no distribuir para ellos, mientras si lo hará para sus accionistas (Repsol, CEPSA y Petromed). Las multinacionales, que han asegurado que están dispuestas a iniciar acciones legales, exigirán daños y perjuicios al no poder cumplir los compromisos que tienen contraídos con varios clientes, aunque, según fuentes del sector, tratarán de alcanzar antes un acuerdo con la propia Campsa. El enfrentamiento se produce poco antes de que se liberalice el mercado en 1992.

Las multinacionales (Texaco, Shell, Exxon, Mobil, Agip y Fina) se reunieron el pasado martes de forma urgente tras recibir una carta de Campsa en la que esta empresa anunciaba a cada empresa que a partir del 1 de enero de 1992, momento en que queda liberalizado el mercado totalmente, cesará la prestación de servicios a través de sus camiones (logística capilar). Asimismo, en la carta, comunicaba que el actual contrato, que liga a Campsa con las multinacionales hasta el 31 de diciembre de 199 1, se prorroga durante el primer trimestre de 1992 "para que lascompañías puedan prepararse para hacer su distribución", según fuentes de Campsa.Según su presidente, José Luis Díaz Fernández, la decisión de Campsa se debe a que esta empresa va a centrarse en el "transporte noble", es decir a llevar los productos hasta las refinerías y luego a sus depósitos, donde los clientes deberán abastecerse con su propio transporte. También reconoció que la flota de camiones que en la actualidad está al servicio de Campsa funcionarán sólo para los accionistas de la empresa. Este último hecho explica que no asistieran a la reunión ni BP ni Elf Aquitaine, ya que ambas están ligadas a los grupos españoles por sus participaciones en CEPSA (Elf) y en Petromed (BP).

Temores

"Nos tememos" -dicen los operadores internacionales- "que la prórroga de tres meses sea una táctica dilatoria para no llegar a ningún tipo de acuerdo o para que las tarifas de los productos petrolíferos sean discriminatorias frente a las empresas que forman el club [accionistas de Campsa]".Estas fuentes han denunciado que Campsa decidió adoptar esa actitud tras encontrarse con una feroz competencia en la venta de gasóleos a grandes clientes de forma directa. Las multinacionales, que copan en torno al 5% del mercado, han llegado a vender más barato hasta cinco pesetas el litro de gasóleo de automoción y hasta tres pesetas el de calefacción frente a los precios fijados por Campsa para venta al público.

Según Díaz Fernández, la medida se había anunciado a los operadores con tiempo suficiente, antes de que se enviase la carta en diciembre. Por el contrario, las fuentes de los operadores sostienen que se les había asegurado "verbalmente, no por escrito" la continuidad indefinida del contrato firmado para la distribución por camiones". Las fuentes multinacionales han asegurado que tratarán de arreglar el contencioso con la propia empresa. No obstante, en sus críticas no han dejado de involucrar a la Administración: "nos parece extraño que, cuando uno de los objetivos macroeconómicos es la convergencia, se pongan obstáculos para evitar la competencia en el mercado" aseguran.