La cumbre islámica condena a Irak

La cumbre de jefes de Estado de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que desde el 9 de diciembre ha venido celebrándose en Dakar, se clausuró el día 12 por la noche, un día antes de lo programado, de forma precipitada ante la deserción de numerosos jefes de las delegaciones. La conferencia expresó su apoyo a Libia y Palestina y condenó a Irak.La manera en que empezó y concluyó la reunión demuestra la crisis interna de la Organización de la Conferencia Islámica, la mayor organización musulmana del mundo, creada en 1971 y compuesta por 46 países.

Las primeras fisuras e...

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La cumbre de jefes de Estado de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que desde el 9 de diciembre ha venido celebrándose en Dakar, se clausuró el día 12 por la noche, un día antes de lo programado, de forma precipitada ante la deserción de numerosos jefes de las delegaciones. La conferencia expresó su apoyo a Libia y Palestina y condenó a Irak.La manera en que empezó y concluyó la reunión demuestra la crisis interna de la Organización de la Conferencia Islámica, la mayor organización musulmana del mundo, creada en 1971 y compuesta por 46 países.

Las primeras fisuras en el seno de la Organización de la Conferencia Islámica se observaron el domingo, horas antes de la apertura de la cumbre, cuando algunos de los países árabes anunciaron su intención de no asistir. La deserción de los países árabes fue presidida por una polémica entre el rey Hassan Il de Marruecos y el presidente senegalés, Abdu Diuf, motivada por una petición del monarca alauí reclamando el aplazamiento.

Hassan Il consideraba que la reunión de Dakar era inoportuna por dos razones: primero, porque podía interferir con la Conferencia de Paz de Washington, y, segundo, porque no han cicatrizado aún lo suficiente las heridas producidas por la guerra del Golfo.

El balance fue desolador, ya que a la cita de Dakar faltaron 17 de los 22 jefes de Estado árabes, entre los que cabe destacar al rey Fahd de Arabia Saudí, que había financiado el complejo hotelero donde se ha celebrado la reunión; al rey Hassan II de Marruecos, que apadrinó en su día a Senegal para que se hiciera cargo de la presidencia de la OCI, y al coronel libio Muaminar el Gaddafi, que había presentado una propuesta de apoyo ante las presiones que viene sufriendo por parte de EE UU y el Reino Unido. A estas deserciones había que sumar la de Irak, que no sólo había anunciado su boicoteo, sino que también se había permitido insultar a los organizadores de la reunión acusándolos de ser "vasallos de Arabla Saudí". En total, en Dakar estuvieron presentes sólo 26 soberanos o jefes de Estado, menos de los que habían estado en las cumbres precedentes de Casablanca o Rabat.

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