Tribuna:

La efímera alegría del 'zai-tech'

En las bolsas españolas no se opera por diferencias exactamente desde anteayer, con la entrada en vigor del nuevo sistema de liquidación. La reforma española avanza en progresión geométrica, cuando en las grandes plazas internacionales -caso de Londres- todavía se liquida por compensaciones cada 15 días. Asi, a orillas del Támesis se mantiene en forma de quinceneo el abominable semaneo de las bolsas españolas.El mercado de valores español paga al día; un mecanismo transparente y disciplínado, pero ruinoso para los intermediarios de menor volumen. La economía al contado, aparte de...

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En las bolsas españolas no se opera por diferencias exactamente desde anteayer, con la entrada en vigor del nuevo sistema de liquidación. La reforma española avanza en progresión geométrica, cuando en las grandes plazas internacionales -caso de Londres- todavía se liquida por compensaciones cada 15 días. Asi, a orillas del Támesis se mantiene en forma de quinceneo el abominable semaneo de las bolsas españolas.El mercado de valores español paga al día; un mecanismo transparente y disciplínado, pero ruinoso para los intermediarios de menor volumen. La economía al contado, aparte de ser una perversión atávica de la avaricia, es un sintoma de envidiable salud financiera y un lujo que sólo los bancos pueden permitirse.

El ajuste definitivo en la industria de valores se adivina muy cercano. Los interme&arios sin caja tiemblan cada manana, sople el viento de donde sople. Si la Bolsa sube tienen que comprar a mayor precio, y si baja sus clientes les exigen ya el contravalór en pesetas. La alegría de los brokers ha sido efimera al compás de una decadencia, la del zaitech, como designan los japoneses a la ingeniería financiera.

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