Interior ordena a los comisarios que informen de los gitanos detenidos por narcotráfico

La Secretaría de Estado para la Seguridad solicitó hace unos días a todas las comisarías de policía que enviasen las cifras de personas de etnia gitana detenidas por delitos de narcotráfico en 1990 y 1991. Esta solicitud, tramitada por cada jefe policial con sello de "reservado", se producía después de que el 25 de octubre el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, manifestara que personas de esta etnia controlaban el 70% del pequeño narcotráfico. Una docena de mandos policiales admiten que en principio se opusieron a contestar, pero fueron obligados por sus jefes a hacerlo.
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La Secretaría de Estado para la Seguridad solicitó hace unos días a todas las comisarías de policía que enviasen las cifras de personas de etnia gitana detenidas por delitos de narcotráfico en 1990 y 1991. Esta solicitud, tramitada por cada jefe policial con sello de "reservado", se producía después de que el 25 de octubre el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, manifestara que personas de esta etnia controlaban el 70% del pequeño narcotráfico. Una docena de mandos policiales admiten que en principio se opusieron a contestar, pero fueron obligados por sus jefes a hacerlo.

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En el caso de las comisarías de Madrid, por ejemplo, la solicitud remitida a las mismas no habla de gitanos, sino de "población marginal", pero los responsables policiales recibieron llamadas telefónicas de sus jefes aclarándoles que se trataba de enviar datos sobre gitanos. Vera afirmó en el Senado que el pequeño tráfico de heroína está en un 70% en manos de gitanos. El secretario de Estado afirmó ante la comisión sobre el Estudio sobre la Droga: "No hemos dicho toda la verdad cuando hemos relacionado algunos movimientos vecinales con movimientos xenófobos o racistas. Creo que no es toda la verdad, puesto que hay constancia que en un 70% las redes de distribución de heroína de menudeo, de camello, están en manos de individuos de raza gitana".Calificativos "indignantes"

Cuando Vera realizó tales afirmaciones, ya disponía, según altos funcionarios de Interior, de datos estadísticos que supuestamente avalaban las mismas. Vera, que la próxima semana se reunirá con patriarcas gitanos, solicitó a la Dirección General de la Policía que recabase nuevos datos sobre este asunto con el fin de exponerlos en dicho encuentro. El secretario de Estado ya ha recibido los datos, que según altos funcionarios, avalarían su tesis.

Las Jefaturas Superiores de Policía pidieron a cada comisaría datos sobre gitanos detenidos por narcotráfico en 1990 y en lo que va de año. Dado que en las fichas de detenidos no aparece ninguna referencia racial, hecho que sería Ilegal, los funcionarios de cada centro policial han tenido que revisar cada uno de los nombres que incluyen los Libros de detenidos, donde figura la identidad, la fecha y el motivo del arresto, para seleccionar así a los pertenecientes a la etnia requerida. La resonancia de apellidos como Maya, Borjas, Heredia o Barrul; el lugar de su detención y la memoria de los agentes son los métodos por los que cada unidad policial hace el recuento de gitanos detenidos.

En algunas comisarías madrileñas resultan cifras superiores al centenar de gitanos detenidos el año pasado, un número que ya se ha alcanzado en lo que va de 1991. En otras comisarías, sin embargo, los gitanos capturados por este motivo apenas suman ocho o diez.

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Una docena de comisarios de varias capitales expresaron a EL PAÍS su disconformidad con el requerimiento de la secretaría de Estado para la Seguridad, lo que motivó que algunos adoptaran la decisión de no contestar. "Pero me llamaron de la Jefatura Superior y me ordenaron que cumpliese el encargo sin dilaciones", asegura un comisario.

Otro responsable policial, declaró: "Estuve a punto de responder que no podía cumplir la orden, alegando que en las fichas de los detenidos sólo figura su nacionalidad y entre ellas no está la de gitano. Al final obedecí para evitarme problemas". Otro compañero, jefe de la policía de una capital, dijo: "Al principio creí que era un error o que alguien habría tenido un desliz al preguntarnos algo que es totalmente improcedente. Contesté que no se lleva ningún registro sobre gitanos y, cuando me forzaron a contestar, di una cifra a voleo".

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