El ex rey de Afganistán, herido a puñaladas en su exilio en Roma
El ex rey de Afganistán Zaher Sha, de 77 años, recibió ayer en su residencia romana dos puñaladas asestadas por el portugués José Paulo Santos de Almedia, quien se hacía pasar por periodista. El monarca fue atendido de heridas en la cara y en el abdomen, pero los médicos indicaron que las heridas no eran de gravedad.
El agresor, que fue detenido inmediatamente, logró acceder hasta el ex monarca tras conseguir que se le concediera una entrevista. En el momento de encontrarse ante Zaher abrió un paquete y extrajo un puñal, con el que atacó al anciano, según fuentes de los agentes de p...
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El ex rey de Afganistán Zaher Sha, de 77 años, recibió ayer en su residencia romana dos puñaladas asestadas por el portugués José Paulo Santos de Almedia, quien se hacía pasar por periodista. El monarca fue atendido de heridas en la cara y en el abdomen, pero los médicos indicaron que las heridas no eran de gravedad.
El agresor, que fue detenido inmediatamente, logró acceder hasta el ex monarca tras conseguir que se le concediera una entrevista. En el momento de encontrarse ante Zaher abrió un paquete y extrajo un puñal, con el que atacó al anciano, según fuentes de los agentes de policía, que mantienen bajo constante vigilancia la suntuosa residencia del antiguo soberano y dieron paso al agresor debido a la cita previa que éste tenía con Zaher. Ayer por la tarde no se había podido determinar si Almedia era un periodista, ni los motivos de su agresión.
Zaher fue derrocado en agosto de 1973, tras 40 años de poder, por su primo y cuñado el general Mohamed Daud, y pronto estableció su residencia en la capital italiana, cerca de Vía Cassia, en la zona norte de la ciudad. El Gobierno afgano le devolvió el pasado mes de septiembre la nacionalidad, de la que fue despojado en 1978.
El depuesto soberano aparece desde hace meses como el hombre capaz de mediar entre las diversas facciones enfrentadas en Afganistán -una vez alcanzado un estancamiento entre el Gobierno de Kabul, ya sin el apoyo de Moscú, y la guerrilla islámica- en el periodo de transición que atraviesa el país y que debe concluir con la celebración de elecciones generales.