Editorial:

Un proyecto de Estado

FALTAN 185 días para que el 20 de abril de 1992 se abra en la isla de La Cartuja, en Sevilla, la Exposición Universal, un proyecto de Estado que cuenta con todo el apoyo internacional y que aborda la esencia de la aventura del hombre: el Descubrimiento.A seis meses de la apertura oficial, superadas las controversias políticas que en un momento de su desarrollo ensombrecieron el porvenir de la Expo, ésta se muestra ya como un hallazgo en sí misma. Situada en el Sur, obligada por su propio significado a abordar la era de los descubrimientos, la Exposición Universal de Sevilla ha dotado a una zon...

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FALTAN 185 días para que el 20 de abril de 1992 se abra en la isla de La Cartuja, en Sevilla, la Exposición Universal, un proyecto de Estado que cuenta con todo el apoyo internacional y que aborda la esencia de la aventura del hombre: el Descubrimiento.A seis meses de la apertura oficial, superadas las controversias políticas que en un momento de su desarrollo ensombrecieron el porvenir de la Expo, ésta se muestra ya como un hallazgo en sí misma. Situada en el Sur, obligada por su propio significado a abordar la era de los descubrimientos, la Exposición Universal de Sevilla ha dotado a una zona antes olvidada y desértica de la capital andaluza de suelo altamente tecnificado, hasta convertir la isla de La Cartuja en una ciudad de nueva planta en la que pabellones de más de un centenar de países tratarán de resumir y mostrar la capacidad creativa del ser humano en el final del milenio.

La Expo se ofrece también como un símbolo en sí misma en su propósito de resumir la cadena de conquistas materiales que ha atesorado el hombre. Frente a los que desde un principio dijeron que sería imposible que se pusiera en pie un proyecto de tales características se alzan ahora los que desde todos los sectores reconocen que la emblemática obra va adelante.

En su condición de apuesta por el futuro, la Expo tendrá seguramente lagunas y disfunciones, pero siempre se dijo que hacerla ya podía constituir un éxito. Y eso, al menos, está ya asegurado.

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