TRIBUNALES

El 'violador del chándal' se retracta de los ataques admitidos

Andrés Mayo, de 23 años, conocido como el violador del chándal, acusado de 15 agresiones sexuales y 8 delitos de robo y lesiones, se retractó en la vista de sus cuatro declaraciones anteriores ante la policía y juzgados de Oviedo y León, en las que admitió 10 de las 15 violaciones. Aseguró que no recuerda nada porque no hizo nada.

El juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de León a puerta cerrada durante dos jornadas, quedó ayer visto para sentencia. El fiscal solicita una pena de 167 años, mientras que la acusación popular, ejercida por la asociación feminista de León Flora T...

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Andrés Mayo, de 23 años, conocido como el violador del chándal, acusado de 15 agresiones sexuales y 8 delitos de robo y lesiones, se retractó en la vista de sus cuatro declaraciones anteriores ante la policía y juzgados de Oviedo y León, en las que admitió 10 de las 15 violaciones. Aseguró que no recuerda nada porque no hizo nada.

El juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de León a puerta cerrada durante dos jornadas, quedó ayer visto para sentencia. El fiscal solicita una pena de 167 años, mientras que la acusación popular, ejercida por la asociación feminista de León Flora Tristán, ha solicitado 202 años de prisión, manteniendo ambas partes las calificaciones provisionales. La defensa modificó ayer su petición inicial a la vista de las pruebas presentadas y, junto a la solicitud de libre absolución para el procesado, reconoció tres violaciones consumadas, dos tentativas y dos agresiones sexuales, por las que reclamó ocho años de prisión. La defensa adujo como atenuante que Andrés Mayo padecía un trastorno mental transitorio por desviación psicopática y por la ingestión de alcohol.

Durante la vista, el acusado. señaló que las declaraciones anteriores habían sido realizadas bajo presiones. Las víctimas, de León y Oviedo, tienen entre 16 y 50 años. Un a de ellas, menor de edad, abortó y tuvo que recibir tratamiento médico durante 200 días. Varios informes de forenses y psiquiatras han revelado que el procesado es una persona normal, sin ningún tipo de patología neuropsiquiátrica, aunque en estos momentos se le reconoce una depresión. Mayo intentó suicidarse en una ocasión en la prisión de León, donde permanece desde hace un año.

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