Cambio de tercio

La Bolsa, todavía a estas alturas, se está preguntando si el IPC de septiembre es bueno o malo y la duda se ha reflejado en la evolución de las cotizaciones. El índice del mercado no ha sido capaz de despegarse más de 61 centésimas del nivel del cierre anterior, aunque por la mañana lo hizo a la baja, posición que indica que los inversores continúan desconfiando de la marcha de las cotizaciones a medio plazo. Puesto que los tipos de interés no van a moverse de momento, hay que buscar argumentos en otra parte y la Bolsa de Nueva York puede ser un buen recambio, sobre todo para las instituciones...

La Bolsa, todavía a estas alturas, se está preguntando si el IPC de septiembre es bueno o malo y la duda se ha reflejado en la evolución de las cotizaciones. El índice del mercado no ha sido capaz de despegarse más de 61 centésimas del nivel del cierre anterior, aunque por la mañana lo hizo a la baja, posición que indica que los inversores continúan desconfiando de la marcha de las cotizaciones a medio plazo. Puesto que los tipos de interés no van a moverse de momento, hay que buscar argumentos en otra parte y la Bolsa de Nueva York puede ser un buen recambio, sobre todo para las instituciones, que siguen con mucha atención las muestras de estabilidad de aquel mercado ante unas condiciones económicas adversas. Si el Dow Jones puede aguantar el 3.000 en plena recesión, no hay por qué dudar de la propia capacidad para salir del bache, aunque haya algunas diferencias sustanciales sobre el pago que obtiene la liquidez en una y otra plaza.Apostar en la Bolsa española por una subida del Dow Jones es como invertir en futuros sobre ese índice, pero mucho más caro, y con el riesgo añadido de los factores internos, aunque parece que hay quien no quiere ver reducida la valoración de su cartera y apoyará cualquier movimiento en sentido alcista. El índice subió 49 centésimas.