Los vecinos abandonaron con un portazo la 'cumbre' sobre el conflicto de Villaverde

La cumbre convocada para resolver el conflicto de Villaverde acabó anoche como el rosario de la aurora. Cuatro horas de reunión entre los representantes vecinales, los patriarcas gitanos, la Comunidad de Madrid y el delegado del Gobierno culminaron con el desairado portazo de los primeros, que se marcharon sin aclarar su actitud. Según el delegado del Gobierno, los vecinos exigen que la colonia Torregrosa sea desmontada "de la noche a la mañana".

Las perspectivas eran optimistas. Casi todo el mundo pensaba que la reunión señalada para las 18.30 de ayer en el palacete de la Delegación de...

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La cumbre convocada para resolver el conflicto de Villaverde acabó anoche como el rosario de la aurora. Cuatro horas de reunión entre los representantes vecinales, los patriarcas gitanos, la Comunidad de Madrid y el delegado del Gobierno culminaron con el desairado portazo de los primeros, que se marcharon sin aclarar su actitud. Según el delegado del Gobierno, los vecinos exigen que la colonia Torregrosa sea desmontada "de la noche a la mañana".

Las perspectivas eran optimistas. Casi todo el mundo pensaba que la reunión señalada para las 18.30 de ayer en el palacete de la Delegación del Gobierno iba a terminar con una especie de abrazo entre payos y gitanos.A lo largo de las horas, varios representantes vecinales salieron de la sala, obligados por sus necesidades fiÍsiológicas. Casi todos coincidían en que "la cosa va para largo", pero sus rostros no transcendían pesimismo. Como mucho, esceptiscismo. Sobre las 10 de la noche, un funcionario de la Delegación del Gobierno abandonó la sala de reuniones y comentó: "Yo creo que dentro de un cuarto de hora terminará todo. Me parece que habrá acuerdo".

Sin embargo, apenas 10 minutos después, Nicanor Briceño, dirigente de los vecinos que han declarado la guerra al previsto asentamiento gitano en Villaverde, huyó de la Delegación del Gobierno como un tornado, seguido de todos los demás representantes vecinales. "¿Qué ha pasado? Expliquen lo que ha ocurrido", demandaban los periodistas. Pero ninguno quiso hablar. Antes de montar en sus coches, uno de ellos se limitó a comentar a EL PAÍS: "Todo ha sido un montaje. Pura demagogia. Es demagógico traer aquí a los gitanos". Y otro apostilló: "Cuando emplecen las hostias, veremos quién tiene la responsabilidad. Se va a liar la de Dios".

Segismundo Crespo, delegado del Gobierno en Madrid, declaró que la Administración se había comprometido a hacer desaparecer a fines de este año 0 principios del próximo las chabolas del Rancho del Cordobés, uno de los principales centro de distribución de heroína en Villaverde.

"Se les ha garantizado a los vecinos que en el nuevo asentamiento de Los Molinos no habrá venta de ni un solo gramo de droga. Porque si la hay, la persona que la haga será erradicada", recalcó Crespo.

Puntos negros

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Pero el caballo de batalla esgrimido ayer por los vecinos fue la colonia de Torregrosa, otro de los puntos negros del narcotráfico, que ellos pretenden que sea desmontada de forma inmediata. "Hay que hacerles entender que Torregrosa no se puede erradicar de la noche a la mañana. Se ha llegado a lo más que se podía llegar", aseguró Crespo."Cuando empiecen las hostias, ya veremos quién va a tener la culpa". advirtió uno de los airados vecinos. El delegado del Gobierno, por su parte, dijo: "No creo que sea una ruptura definitiva y tampoco creo que esto sea un problema de orden público. Voy a hacer uso de toda mi paciencia y convocaré a todas las partes para tratar de llegar a un acuerdo".

"Quieren que, a cambio de permitir nuestro asentamiento, el Gobierno les resuelva todos los problemas de droga que hay en su barrio", explicó uno de los dirigentes gitanos. Estos, desconcertados, temen que su previsible salida de Los Focos y Altamira para ser realojados en Villaverde siga siendo un sueño a largo plazo. Segismundo Crespo garantizó que las obras que se están haciendo para el realojamiento de los gitanos "van a continuar".

Un educador del Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginal, representan te de los gitanos, pidió "que se trate a estas personas como unos vecinos más de Madrid porque lo demás puede interpretarse como racismo". Esta frase parece que fue interpretada por los dirigentes de las asociaciones vecinales como una acusación hacia su postura, lo que parece que acabó de caldear sus ánimos y provocó la ruptura de las conversaciones.

Mediación del alcalde

En la cumbre de ayer no estuvo presente ni el concejal del distrito de Villaverde ni ningún otro miembro de la corporación municipal. Los vecinos del barrio, sin embargo, han pedido la intervención del alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano. El delegado del Gobierno, que señaló que entre las posturas de la Administración y de los vecinos hay muy pocas diferencias, se comprometió anoche a entrar en contacto con el edil para comprometerle en la búsqueda de una solución encaminada al desmantelamiento de la peligrosa colonia de Torregrosa.Los representantes vecinales, que se mostraban muy excitados, tenían previsto reunirse anoche mismo en un local del distrito de Villaverde para estudiar las medidas que van a tomar en los próximos días. Todos ellos, que parecían haber firmado un pacto de silencio, se mostraron muy recelosos con los periodistas, a los que en algún momento llegaron incluso a culpar de la situación a la que se ha llegado.

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