Las drogas como telón de fondo

Crece la protesta en Villaverde contra los gitanos

La protesta de los vecinos de Villaverde contra el asentamiento de 88 familias gitanas en el distrito no hace más que crecer. La Coordinadora de Asociaciones, que agrupa a organizaciones vecinales de Villaverde Bajo y Perales del Río, congregó anoche a unas 5.000 personas en, una marcha que recorrió las calles del barrio. Un espectacular despliegue policial -12 furgonetas, una tanqueta, dos cañones de agua y un helicóptero- les cerró el paso cuando pretendían cortar la Carretera de Andalucía. Al final, los promotores de la protesta insistieron en que "no se trata de un problema de payos y gita...

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La protesta de los vecinos de Villaverde contra el asentamiento de 88 familias gitanas en el distrito no hace más que crecer. La Coordinadora de Asociaciones, que agrupa a organizaciones vecinales de Villaverde Bajo y Perales del Río, congregó anoche a unas 5.000 personas en, una marcha que recorrió las calles del barrio. Un espectacular despliegue policial -12 furgonetas, una tanqueta, dos cañones de agua y un helicóptero- les cerró el paso cuando pretendían cortar la Carretera de Andalucía. Al final, los promotores de la protesta insistieron en que "no se trata de un problema de payos y gitanos, sino de droga"."Si alguien se atreve a decirnos racistas porque estamos en contra de la droga, ¡Viva el racismo!". Nicanor Briceño, portavoz de la Coordinadora de Asociaciones, arrancó con esta frase los mejores aplausos de la noche.

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Sin embargo, minutos antes, la euforia de los organizadores -ya es la cuarta manifestación en menos de una semana- estuvo a punto de desvanecerse. Ayer recorrió Villaverde una de las manifestaciones vecinales más importante de los últimos años. Pero los cerca de 5.000 manifestantes estuvieron a punto de partirse en dos mitades. "!A la carretera!", exclamaban los más osados, jóvenes en su mayoría. "No, al parque, al parque", replicaban los líderes de la. coordinadora.

Sobre las ocho de la tarde, frente al centro cultural de Los Rosales, los vecinos cruzaban apuestas sobre qué iban a cortar: la M-40, como el lunes, o las vías de, la estación de Villaverde Bajo, como el miércoles. No sabían que los miembros de la coordinadora habían sido advertidos en la comisaría de Usera de que si los manifestantes cortaban las vías de comunicaciones las fuerzas de seguridad iban a cargar con dureza. Entre los vecinos qué marcharon ayer con pancartas "Contra la droga" y "Por la seguridad ciudadana", había niños, mujeres y jubilados.

Briceño repetía que las movilizaciones no se van a detener hasta que el Ayuntamiento se comprometa "por escrito" a paralizar las obras del asentamiento gitano de El Molino, situado a un kilómetro y medio de los barrios de Los Rosales (Villlaverde) y de Perales del Río (Getafe). Los nuevos pobladores proceden de las chabolas de Los Focos, en San Blas.

El desarrollo de la manifestación se quebró cuando la cabeza de la marcha se dirigió hacia el parque de La Amistad, mientras los vecinos pedían que se cortase la carretera de Andalucía. La docena de agentes que custodiaba el acceso a la autovía estuvo a punto de ser desbordado. Los refuerzos llegaron pronto. Mientras un helicóptero seguía la marcha, tomaron posiciones una docena de furgonetas policiales, una tanqueta y dos cañones de agua. Tras media hora de forcejeos, los miembros de la Coordinadora despejaron la zona.

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Briceño leyó un comunicado. "No somos Mancha Real", explicó. El portavoz aseguró que su protesta va contra los gitanos que venden droga, pero también contra los camellos payos". Los vecinos pretenden detener hoy las obras del asentamiento.

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