Tribuna:

Esfuerzo baldío

El mercado tiene poca capacidad para generar sorpresas y sí que la tiene, por el contrario, para la repetición, lo cual le puso las cosas un tanto fáciles a Telefónica, un valor que ha desatado multitud de movimientos sin que nadie sepa muy bien qué hay detrás de ellos. Acabar con una situación de renta fija, cuando los beneficios están en una fase recesiva, no es como para jugarse la cartera, aunque es posible que en un primer momento el menor esfuerzo inversor de la sociedad se traduzca en el aumento de la partida contable correspondiente a los beneficios. El caso es que Telefónica siguió su...

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El mercado tiene poca capacidad para generar sorpresas y sí que la tiene, por el contrario, para la repetición, lo cual le puso las cosas un tanto fáciles a Telefónica, un valor que ha desatado multitud de movimientos sin que nadie sepa muy bien qué hay detrás de ellos. Acabar con una situación de renta fija, cuando los beneficios están en una fase recesiva, no es como para jugarse la cartera, aunque es posible que en un primer momento el menor esfuerzo inversor de la sociedad se traduzca en el aumento de la partida contable correspondiente a los beneficios. El caso es que Telefónica siguió subiendo, y que lo ha hecho con un volumen de contratación muy alto, en esta ocasión casi 11 millones de acciones. La importancia de este movimiento de las matildes estriba en que han conseguido romper la inercia del mercado.La situación el resto de la Bolsa es, como puede deducirse, la misma que la de las semanas anteriores, manteniéndose una falta de ideas absoluta y un volumen de contratación que logra mejorar gracias a la absorción de títulos que provoca el goteo a la baja. También hay algunos valores que hacen valer su propia situación, lo cual puede darle cierta gracia al mercado en el supuesto de que consigan atraer la inversión hacia valores clave. El índice subió 38 centésimas.

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