Adelante con los faroles
¡Adelante con los faroles! O más bien con las farolas, señor alcalde de Madrid. Termine de una vez las tres de la plaza Mayor que, a falta de esa especie de tambor de que arranca el fuste, se han convertido en otros tantos depósitos de inmundicias. Y, para que la jugada sea de órdago, decídase a quitar los supositorios que en el centro de la Puerta del Sol quedaron como recuerdo de una receta que un día pareció mala a la gran mayoría de los pacientes habitantes de la Villa.-...
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¡Adelante con los faroles! O más bien con las farolas, señor alcalde de Madrid. Termine de una vez las tres de la plaza Mayor que, a falta de esa especie de tambor de que arranca el fuste, se han convertido en otros tantos depósitos de inmundicias. Y, para que la jugada sea de órdago, decídase a quitar los supositorios que en el centro de la Puerta del Sol quedaron como recuerdo de una receta que un día pareció mala a la gran mayoría de los pacientes habitantes de la Villa.-