González apuesta en París por consolidar la CE en detrimento de su ampliacion

España y Francia tienen una "gran identidad de puntos de vista" ante los desafíos que conlleva para Europa el desmoronamiento del imperio soviético, resaltó ayer el presidente Felipe González, que apostó decididamente por profundizar en la integración de la Comunidad Europea, en torno a la cual debe ser reorganizado el Viejo Continente.

González, que hizo estas reflexiones al término de una cena con el presidente FranQois Mitterrand, se alineó así públicamente con aquellos líderes europeos, como su anfitrión, que preconizan ahondar en la construcción comunitaria antes de ampliar la CE a...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

España y Francia tienen una "gran identidad de puntos de vista" ante los desafíos que conlleva para Europa el desmoronamiento del imperio soviético, resaltó ayer el presidente Felipe González, que apostó decididamente por profundizar en la integración de la Comunidad Europea, en torno a la cual debe ser reorganizado el Viejo Continente.

González, que hizo estas reflexiones al término de una cena con el presidente FranQois Mitterrand, se alineó así públicamente con aquellos líderes europeos, como su anfitrión, que preconizan ahondar en la construcción comunitaria antes de ampliar la CE a nuevos miembros recién salidos de la órbita soviética. Esta actitud está en contradicción con la posición británica, reiterada ayer mismo en París por el primer ministro John Major, que precedió a González en la capital francesa.En un breve encuentro con la prensa a la salida del palacio del Elíseo, el jefe del Gobierno no abordó el auge de las reivindicaciones nacionalistas en España, pero, en referencia a la crisis yugoslava, resaltó la contradicción existente entre pretender ."la unión con los demás", en una clara alusión a los deseos de eslovenos y croatas de vincularse con la CE, "y rechazar la convivencia con aquellos con los que se ha vivido durante muchos años".

Acompañado por su ministro de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, González llegó ayer, a las ocho de la tarde, y se dirigió de inmediato al Elíseo, donde permaneció dos horas. En la mañana de hoy desayunará en la Embajada española con Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea, antes de dar una conferencia de prensa, la primera desde que fracasó el golpe de Estado en la URSS.

Este viaje -la semana próxima visitará en Bonn al canciller Helmut Kohl- está motivado por el deseo de aunar esfuerzos con Mitterrand para impedir que el proceso de unificación de los Doce se diluya ante la avalancha de nuevas candidaturas de adhesión a la CE. Abogó por "profundizar las uniones política y económica y monetaria para poder hacer frente a los actuales desafíos y hacer de la Comunidad una pieza clave de estabilidad y ordenamiento pacífico del conjunto europeo". Al respecto, González criticó la falta de miras del último borrador de tratado de unión política sometido por la presidencia holandesa de la CE a sus socios. Este documento, enfatizó, debe sufrir importantes modificaciones", y a renglón. seguido elogió el proyecto, más ambicioso, elaborado por la anterior presidencia luxemburguesa.

Fue, por último, fiel a la tesis española de rechazo de la unión monetaria "a dos velocidades": una, rápida, para los socios ricos de la CE, y otra, lenta, para los menos aventajados. "No debemos hacer divisiones", subrayó. Situó el horizonte de la última fase de esta unión (creación de un banco central europeo y de una moneda única) en 1997 o 1998.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En