El Ejército yugoslavo dispara desde posiciones en la república de Bosnia-Herzegovina

H. T., El fuego pesado que causó ayer un número aún indeterminado pero sin duda alto de víctimas a la Guardia Nacional croata en la ciudad de Kosteljnica procedía de los cañones del Ejército federal desplegados al otro lado del río Una, en la república de Bosnia-Herzegovina. Es este un nuevo indicio de que el Ejército federal que ya abiertamente ignora las órdenes de la presidencia y del gobierno federales ve en esta república un nuevo escenario ya inminente de la guerra yugoslava.

No es el primero. Los carros de combate que desde hace cinco días defienden a la guerrilla serbia que ha c...

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H. T., El fuego pesado que causó ayer un número aún indeterminado pero sin duda alto de víctimas a la Guardia Nacional croata en la ciudad de Kosteljnica procedía de los cañones del Ejército federal desplegados al otro lado del río Una, en la república de Bosnia-Herzegovina. Es este un nuevo indicio de que el Ejército federal que ya abiertamente ignora las órdenes de la presidencia y del gobierno federales ve en esta república un nuevo escenario ya inminente de la guerra yugoslava.

No es el primero. Los carros de combate que desde hace cinco días defienden a la guerrilla serbia que ha cortado la autopista Zagreb-Belgrado a la altura de Olcucam y Nova Gradiska proceden de Banja Luka, un enclave serbio en el noroeste de Bosnia en el que el ejército federal ha concentrado el grueso de sus fuerzas. Bosnia-Herzegovina, en cuya capital Sarajevo, estalló la Primera Guerra Mundial, se perfila como el escenario principal de la gran guerra que la comunidad internacional intenta evitar. El gobierno de Bosnia-Herzegovina tuvo que liberar el lunes a Milan Martic, el jefe de la Milicia de la Krajina detenido un día antes por la población musulmana de Bosariska Krupa. La presión de Serbia, la guerrilla del propio Martic y de una gran minoría serbia del 30% en esta república no habían dejado otra opción al débil gobierno triétnico de Sarajevo. El próximo paso sería la insurrección de los musulmanes de la región serbia del Sanchak de Novi Pazar y los albaneses de Kosovo, la provincia en la que la calma impuesta por los tanques serbios crujía bajo la impresión de cinco albaneses muertos por el ejército federal yugoslavo en la frontera cuando intentaban cruzar de Albania a Yugoslavia.

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