Las obras en dos bloques abandonados acaban con una colonia de marroquíes

Más de un centenar de marroquíes que ocupaban ilegalmente dos destartalados bloques de San Martín de la Vega se han quedado en la calle. El asentamiento ha sido desmantelado después de que el alcalde de la localidad, Juan Carlos Valleja, ordenara la ejecución de unas obras de saneamiento en los inmuebles. Parte de las 204 viviendas de los dos edificios, vacíos desde 1975, habían sido ocupadas por marroquíes hace un año.

El alcalde ordenó en junio pasado la ejecución de las obras en los 12 portales. El decreto obligó a la empresa Inversiones y Promociones Griñón, SA (Inprogsa), propietar...

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Más de un centenar de marroquíes que ocupaban ilegalmente dos destartalados bloques de San Martín de la Vega se han quedado en la calle. El asentamiento ha sido desmantelado después de que el alcalde de la localidad, Juan Carlos Valleja, ordenara la ejecución de unas obras de saneamiento en los inmuebles. Parte de las 204 viviendas de los dos edificios, vacíos desde 1975, habían sido ocupadas por marroquíes hace un año.

El alcalde ordenó en junio pasado la ejecución de las obras en los 12 portales. El decreto obligó a la empresa Inversiones y Promociones Griñón, SA (Inprogsa), propietaria de los edificios, a sanear el lugar, lo que implicó el desalojo de la colonia de marroquíes. Esta empresa abonó a los magrebíes 500.000 pesetas por limpiar y acondicionar las casas antes de abandonarlas.Valleja afirma que decretó las obras "para preservar la seguridad" de las edificaciones, visto un estudio de los arquitectos municipales que informaba de la existencia "de signos alarmantes en cuanto a posibles desprendimientos de algún elemento de fachada".

Desde la llegada de los marroquíes, los vecinos habían informado al Ayuntamiento de las pésimas condiciones de vida de los 100 marroquíes, la mayoría de ellos hombres, ya que las casas carecen de agua, luz y servicios higiénicos.

Los vecinos niegan que sus quejas tuvieran un carácter racista, ya que, aseguran, los magrebíes no provocaban problemas. Emilio, dueño del bar El Parque, en el que solían asearse los árabes, afirma que éstos fueron fundamentales para la recolección de la patata en el municipio.

Dos ciudadanos marroquíes afirmaron ayer que su salarlo oscila entre las 3.500 y las 4.000 pesetas por jornada de trabajo. La mayoría de las personas desahuciadas se han trasladado a Extremadura para participar en la recolección del tabaco.

Tan sólo una decena de ellos permanece en San Martín, alojados en casas de sus patronos a la espera de obtener permiso de residencia.

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