El 40% de los vuelos de Barajas sufren retrasos sistemáticos desde hace tres meses

Los retrasos de aviones en Barajas empeoran a medida que avanza el verano, según una investigación sobre lo sucedido en el aeropuerto madrileño a lo largo de los tres últimos meses. El 42% de los vuelos de Iberia y el 46% de los operados por compañías extranjeras sufrieron demoras importantes en los 10 primeros días de julio. Esas cifras habían sido ligeramente inferiores en los dos meses anteriores, lo cual sitúa la media al borde del 40% de vuelos demorados. La tendencia negativa afecta de lleno a la compañía de bandera española, porque sus aviones encadenan retrasos al tocar Madrid, pero ta...

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Los retrasos de aviones en Barajas empeoran a medida que avanza el verano, según una investigación sobre lo sucedido en el aeropuerto madrileño a lo largo de los tres últimos meses. El 42% de los vuelos de Iberia y el 46% de los operados por compañías extranjeras sufrieron demoras importantes en los 10 primeros días de julio. Esas cifras habían sido ligeramente inferiores en los dos meses anteriores, lo cual sitúa la media al borde del 40% de vuelos demorados. La tendencia negativa afecta de lleno a la compañía de bandera española, porque sus aviones encadenan retrasos al tocar Madrid, pero también lo sufren las empresas extranjeras. Las perspectivas son poco optimistas para las distancias cortas y medias (España y resto de Europa).

Un informe de la Asociación Internacional de Líneas Aéreas (IATA), difundido con carácter muy restringido en marzo de 1990, advirtió que el aeropuerto de Madrid se acercaba al límite en cuanto a pistas de vuelo y capacidad de la terminal, y que sólo operaciones de control aéreo "hasta la mejor calidad posible en su clase" podrían posponer el colapso del campo de vuelos al año 2.000.La advertencia se ha hecho realidad mucho antes. Dos mil vuelos retrasados de Iberia a lo largo de un mes suponen, por lo menos, 150.000 viajeros afectados. Pero también los niveles de eficiencia presumibles en otras compañías se han visto reducidos al listón de Iberia, a causa del cuello de botella que supone para todos la escasez de pistas y de controladores del espacio aéreo (Véase EL PAÍS, de 21 de julio de 1991).

El pasajero que aspira a tomar un vuelo hacia Madrid o abordar un avión en este aeropuerto "está empezando a comprar tiempo a un precio muy caro", según reconoce un alto funcionario de la Administración aeroportuaria.

La seguridad es el único valor de la aviación comercial que se ha mantenido íntegro en Barajas durante los últimos años, y sin duda es el más importante de todos. Por lo demás, entre el 40% y el 50% de las personas que tratan de llegar a Madrid o de marcharse de esa ciudad por vía aérea tienen prácticamente la certeza de no ver cumplidos los horarios anunciados. La relación tiempo-precio dentro de la España peninsular comienza a suponer un coste elevado frente a otras posibilidades de transporte.

Como mínimo 15 minutos

Entre las líneas aéreas se consideran retrasos fuertes los que superan los 15 minutos. Por debajo de ese tiempo, las compañías acostumbran a afirmar que el vuelo se ha efectuado "en hora". Esto no representa siempre una puntualidad real, sino un retraso inferior al señalado.

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La compañía afirma haber despachado el avión "en hora" por el hecho de que los calzos de seguridad de las ruedas fueron retirados dentro del tiempo previsto, que es la última operación antes de iniciar el rodaje hacia el despegue. Sin embargo, el vuelo termina saliendo con retraso, por haber tenido que esperar a otro aparato que aterrizaba -la famosa cuestión de las pistas cruzadas- u otros problemas de control del tráfico aéreo.

Aunque la congestión es un problema serio en numerosas áreas de Europa, el aeropuerto de Madrid se encuentra más cerca del colapso que los de Frankfurt, Londres-Gatwick, Londres-Heathrow, Barcelona, Milán, Düsseldorf, Dublin, Esto colmo y Atenas, que son los aeropuertos con peores perspectivas, por este orden, en cuanto a capacidad para responder a las respectivas demandas de tráfico aéreo. Cerca del 20% de los vuelos europeos tienen más de 15 minutos de retraso, mientras que Barajas está muy por encima de esa cota.

Dentro de España, no existe duda de que Barajas sufre las mayores demoras. Un ejemplo: en mayo, se retrasaron más de 15 minutos el 40% de las salidas de Iberia desde Madrid, frente al 32% en Málaga, el 27% en Barcelona, el 19% en Sevilla o el 18% en Bilbao.

Los aviones de Iberia mantienen demasiado tiempo al pasaje a bordo. Terminado el embarque y recibido el permiso de salida, se considera normal un rodaje de 10 minutos hasta el momento del despegue. Pero en el caso de Barajas, los aviones de Iberia consumieron 824,8 horas más de las necesarias rodando por las pistas o parados en la cabecera, entre abril y junio de este año. Los retrasos provocados por el control de tráfico en ruta representaron 794,4 horas. Se perdió, por lo tanto, más tiempo por retención en tierra que por otras razones derivadas de la congestión general del espacio.

Dicho de otra forma: Iberia no consigue la puntualidad ni siquiera en la mitad de sus vuelos con origen o destino en el aeropuerto de Barajas.

"Situación criminal"

La situación es ligeramente peor en el caso de las compañías extranjeras, cuyo porcentaje de vuelos a su hora se sitúa en tomo al 40%. Los intentos realizados por este periódico para dilucidar lo sucedido con las líneas aéreas más importantes -Air France, British Airways y otras- han tropezado con dificultades. Prefieren realizar sus protestas de manera más discreta.

El delegado en Madrid de una de las principales compañías europeas reconoce, en privado, que su empresa ha perdido 100 millones de pesetas cada mes desde que empezó la fase aguda de los retrasos, en febrero-marzo de este año. "En los últimos meses estamos sacando entre el 11% y el 14% de nuestros vuelos en hora", confiesa desolado. "Hay problemas en otros lugares de Europa, pero la situación de Barajas es criminal".

La impotencia de este delegado de una compañía supuestamente prestigiosa que no sabe cómo explicar tan desastrosos resultados, no es nada comparada con las horas de examen de cuentas en los despachos de dirección de Iberia. Algunas jornadas de julio han resultado catastróficas: el día 8, por ejemplo, salieron tarde el 52% de los vuelos de Iberia, el 22% de Aviaco y el 53% de los de otras compañías.

Todas las líneas con demoras masivas tienen en común la salida de los aviones al exterior, lo cual indica que hay problemas importados al espacio aéreo español desde otros países.

Aviaco, algo mejor

Ese análisis se refuerza, en apariencia, con el dato de que Aviaco, que opera sus líneas dentro de España, tiene la marca de puntualidad. Conviene precisar que la mayor puntualidad conseguida por esta compañía consiste en haber alcanzado la cota del 55% de vuelos en hora durante el período investigado.

Pero también es cierto que una mirada a los controles de retrasos del aeropuerto de Barajas ofrece indicios sobre un problema generalizado. Los días en que sube el porcentaje de demoras de Iberia suele ocurrir lo mismo con el resto de las compañías, Aviaco incluida.

A favor de esta última se encuentran el menor tamaño de su flota y la homogeneidad de aviones, que permiten un cambio más rápido de tripulaciones. También se le da preferencia cuando vuela a un aeropuerto cuyo cierre en horario nocturno está próximo.

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