La Caixa reclama a Hacienda 45.000 millones del impuesto de sociedades de 1989 y 1990

La Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (La Caixa) ha reclamado a Hacienda la devolución de 45.000 millones de pesetas en concepto de cantidades retenidas en exceso en los ejercicios de 1989 y 1990. Este total se desglosa en 20.612 millones por el ejercicio de 1989 y 24.232 por el del año pasado. Hacienda está estudiando si procede o no esta devolución, dada su cuantía. La Caixa la justifica por el elevado volumen de operaciones de cesión de deuda pública con pactos de recompra realizados en estos dos últimos años.

Fuentes de la Administración reconocieron que en los últimos años ha...

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La Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (La Caixa) ha reclamado a Hacienda la devolución de 45.000 millones de pesetas en concepto de cantidades retenidas en exceso en los ejercicios de 1989 y 1990. Este total se desglosa en 20.612 millones por el ejercicio de 1989 y 24.232 por el del año pasado. Hacienda está estudiando si procede o no esta devolución, dada su cuantía. La Caixa la justifica por el elevado volumen de operaciones de cesión de deuda pública con pactos de recompra realizados en estos dos últimos años.

Fuentes de la Administración reconocieron que en los últimos años han realizado devoluciones a La Caixa, aunque no concretaron las cifras -según la entidad se le devolvieron 810 millones en 1985, 2.886 en 1986, 7.400 en 1987 y 4.721 en 1988-. Para la Administración, el salto cualitativo de las cantidades solicitadas ha obligado a la Inspección a ser especialmente cautelosa antes de devolver las retenciones solicitadas. "Se trata de comprobar si realmente se han realizado las retenciones declaradas y si las devoluciones, en caso de ser pertinentes, le corresponden a la caja o a sus clientes", señalaron las mismas fuentes.La Caixa justifica el hecho de que de forma casi permanente le corresponda devolución en el pago del Impuesto de Sociedades por tres factores combinados. Primero porque las cajas de ahorro no pagan este tributo sobre el total del beneficio neto, ya que las partidas invertidas en la Obra Social (que en La Caixa es siempre el 50% de los resultados una vez descontado el impuesto) no tributan por sociedades.

El segundo factor es el elevado tipo de retención aplicado por Hacienda a los rendimientos sobre el capital, que en la actualidad es del 25%, por lo que las numerosas deducciones que permite la ley (por reinversión, por la ya citada de la Obra Social, etcétera) provocan que el tipo definitivo quede casi cada año por debajo del de la retención practicada.

El tercer factor es el bajísimo nivel de beneficios obtenido por La Caixa en los últimos años: 21.000 millones en 1988, 30.000 en 1989 y 20.000 en 1990. Cuanto más bajos sean los beneficios, menor será la cuantía del impuesto de sociedades y mayores las cantidades a devolver en el caso de que, a pesar de los malos resultados, se hubieran realizado muchas operaciones sujetas a retención a cuenta.

Operaciones 'repos'

La Caixa resalta dos aspectos para justificar el salto de cantidades reclamadas desde los 4.500 millones de 1988 a los 20.000 de 1989 y los 25.000 de 1990. Por un lado la elevación del tipo de retención desde el 20% al 25% en julio de 1989 y, por otro, que en los dos ejercicios mencionados realizó masivas cesiones de activos de deuda pública con pacto de recompra, conocidos como repos en la jerga financiera. En estas operaciones, la retención a cuenta del 25% es abonada por la entidad, ya que nunca deja de ser la titular del activo.Las repos consisten en suscribir deuda del Estado a tres o cinco años, y posteriormente cederla a los clientes con pacto de recompra. Para el cliente tiene la doble ventaja de que puede obtener liquidez en el momento deseado -no ha de esperar a que se cumplan los tres o cinco años fijados por la emisión- y que las ganancias obtenidas -el precio de recompra pactado con la entidad, en función de la normativa fijada al efecto por el Banco de España- no se consideran rendimientos del capital, sino aumento de patrimonio. Así, el cliente no sufre retención sobre este beneficio y tiene además mayores posibilidades de evitar el control de Hacienda sobre estos ingresos. Este es, precisamente, uno de los aspectos que más ha inquietado a la Inspección al estudiar la declaración presentada por la entidad.

Con las repos, La Caixa pierde rentabilidad a corto plazo al ceder el activo, pero la operación le reporta varias ventajas: obtiene liquidez de su cartera de deuda pública, con la posibilidad de reinvertirla en otras operaciones y aumentar la rentabilidad de esos títulos; consigue mantener en sus cuentas depósitos que podrían irse a otras entidades, especialmente las operaciones de seguro que van venciendo y que no se pueden renovar debido a la actual normativa; recupera parte de la inversión con las devoluciones de Hacienda, al ser superiores las retenciones a cuenta practicadas que el rendimiento final obtenido por la cartera.

Cancelación de seguros

La entidad que dirige Josep Vilarasau justifica la elevada cuantía de repos realizadas en 1989 y 1990 por la necesidad de reconvertir los seguros que iban venciendo sin poder ser renovados y por la cancelación de las pólizas de prima única provocada por la polémica sobre su opacidad y por la prohibición de realizarlas. Según fuentes de la entidad, del total de 19.180 millones de pesetas de retenciones practicadas en determinado periodo del ejecicio de 1989, 16.298 millones corresponden a deuda pública anotada.La devolución de cantidades retenidas en exceso es relativamente habitual en las cajas de ahorros, según fuentes de La Caixa, aunque hasta ahora no se conocían casos de la magnitud del protagonizado por la primera caja española. Así, Caixa de Catalunya -tercera del ranking- ha solicitado la devolución de 340 millones en la liquidación de 1990, resultantes de unas retenciones de 3.3 10 millones frente una cuota definitiva a abonar por sociedades de 2.970 millones. En la supercaixa, la parte correspondiente a Caixa de Barcelona como tal se elevó a 216 millones en 1989 y a 1.555 millones hasta el 27 de julio de 1990, antes de que se aprobara la fusión.

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