Tribuna:

Las grandes paradojas

En el curso de esta semana se ha consolidado la casi nula propensión del dinero por los mercados de acciones y cristaliza así una de las grandes paradojas del mundo de las finanzas. En primer lugar, durante el segundo trimestre del año las empresas han mejorado sus resultados de forma general a tenor de los datos remitidos a los servicios centrales del mercado; y por otra parte, los activos industriales, cuya aplicación genera estos beneficios, están relativamente baratos si nos atenemos estrictamente a los precios medios de las acciones y al per medio de la Bolsa. Pues bien, ambos elementos n...

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En el curso de esta semana se ha consolidado la casi nula propensión del dinero por los mercados de acciones y cristaliza así una de las grandes paradojas del mundo de las finanzas. En primer lugar, durante el segundo trimestre del año las empresas han mejorado sus resultados de forma general a tenor de los datos remitidos a los servicios centrales del mercado; y por otra parte, los activos industriales, cuya aplicación genera estos beneficios, están relativamente baratos si nos atenemos estrictamente a los precios medios de las acciones y al per medio de la Bolsa. Pues bien, ambos elementos no pesan al parecer lo suficiente. La paradoja se incrementa si añadimos que el panorama monetario, sin ser lo altamente positivo que ofrecían los pronósticos, presenta un cuadro de tipos de interés satisfactorio a medio plazo.Es decir, el dinero no está caro, los precios de los acciones tampoco y, sin embargo, la inversión no apuesta claramente por la bolsa cuando ésta en teoría no es más que el puro reflejo de la actividad empresarial a precios de mercado. El gap entre el ahorro y la inversión se hace más patente a partir del escaso interés por las emisiones de bonos y obligaciones a plazo.

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