La empresa cárnica La Ribera declara la suspensión de pagos con un pasivo de 8.870 millones de pesetas

El consejo de administración y la junta de accionistas de la empresa cárnica La Ribera presentaron ayer la solicitud de suspensión de pagos ante el juzgado de lo social de Sueca (Valencia). El director general de La Ribera, Manuel Luque, dijo que la deuda es de 8.870 millones de pesetas, frente a unos activos de 10.256 millones.

Luque, antiguo responsable de la firma de productos de limpieza Camp, señaló que la petición de suspensión de pagos tiene como objetivo evitar que algúno de los innumerables acreedores pueda entorpecer el plan para reflotar La Ribera.La firma cárnica adeuda ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El consejo de administración y la junta de accionistas de la empresa cárnica La Ribera presentaron ayer la solicitud de suspensión de pagos ante el juzgado de lo social de Sueca (Valencia). El director general de La Ribera, Manuel Luque, dijo que la deuda es de 8.870 millones de pesetas, frente a unos activos de 10.256 millones.

Luque, antiguo responsable de la firma de productos de limpieza Camp, señaló que la petición de suspensión de pagos tiene como objetivo evitar que algúno de los innumerables acreedores pueda entorpecer el plan para reflotar La Ribera.La firma cárnica adeuda 4.742 millones de pesetas en créditos bancarios, 2.806 millones a más de un centenar de proveedores, 548 millones a la Seguridad Social y 472 millones de pesetas al Ministerio de Hacienda en concepto de declaraciones complementarias.

Luque manifestó que la suspensión de pagos sólo se puede mantener un mes, el tiempo necesario para conocer la respuesta de los bancos al plan de viabilidad propuesto por los responsables de la empresa. El director general de La Ribera explicó que los bancos, a los que se les adeudan 6.250 millones de pesetas incluyendo créditos, avales y operaciones de leasing, han de aceptar el plan de viabilidad diseñado o en caso contrario se cerrará la empresa y se liquidarán los bienes dando prioridad al pago de las deudas contraídas con los trabajadores y la Administración.

El plan diseñado por el equipo de Manuel Luque para reflotar la empresa prevé la reconversión de La Ribera en dos sociedades jurídicamente separadas, una dedicada a los productos cárnicos y otra cuya actividad sea el transporte de mercancías refrigeradas. Junto a la constitución de estas sociedades, los bancos se convertirían en accionistas, aceptarían una quita del 12% de la deuda y capitalizarían la empresa cárnica con 1.500 millones de pesetas.

El convenio propuesto a los bancos estipula que las acciones que suscribiesen los bancos acreedores se recomprarían a partir de los dos años, una vez iniciado el reflotamiento de La Ribera. A los proveedores Luque les propone el pago en efectivo del 20% de la deuda contraída y el 80% restante mediante suscripción de acciones de La Ribera o bien en tres plazos anuales con vencimiento a partir de 1992.

El consejo de administración de La Ribera acordó ayer ampliar el capital social con 1.500 millones de pesetas con bienes personales del presidente de la sociedad José Anrubia. Esta ampliación eleva los activos de la empresa cárnica a 10.256 millones de pesetas y permite realizar la suspensión de pagos, ya que en caso contrario el pasivo hubiese igualado al capital social.

Entre los principales acreedores bancarios están la Corporación Bancaria de España, el grupo Banesto, BBV, Urquijo, Popular, Hispano y otros. Además del problema de liquidez, La Ribera se enfrenta a unas diligencias abiertas por delito ecológico y a un presunto delito fiscal por el que se le reclaman 2.900 millones.

Archivado En