Un joven halla en Retiro la cabeza de un hombre con un tiro en la sien

Carlos Escolá de Paz, de 22 años, encontró a media tarde de ayer la cabeza de un hombre en la calle del Alberche, en el distrito de Retiro. El cráneo, según testigos presenciales, tenía un orificio de bala en la sien izquierda y otro en el occipital.En el antiguo cuartel de Daoiz y Velarde, muy cerca del lugar del hallazgo, vive un grupo de refugiados africanos, según vecinos de la avenida de Ciudad de Barcelona, por lo que la policía está haciendo averiguaciones para comprobar si alguno de ellos ha sido echado en falta.

Carlos Escolá, empleado en una tienda de repuestos para automóvile...

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Carlos Escolá de Paz, de 22 años, encontró a media tarde de ayer la cabeza de un hombre en la calle del Alberche, en el distrito de Retiro. El cráneo, según testigos presenciales, tenía un orificio de bala en la sien izquierda y otro en el occipital.En el antiguo cuartel de Daoiz y Velarde, muy cerca del lugar del hallazgo, vive un grupo de refugiados africanos, según vecinos de la avenida de Ciudad de Barcelona, por lo que la policía está haciendo averiguaciones para comprobar si alguno de ellos ha sido echado en falta.

Carlos Escolá, empleado en una tienda de repuestos para automóviles, circulaba por la zona en bicicleta cuando se le torció el manillar. "Fui a la calle del Alberche en busca de una piedra para arreglarlo y vi un bulto. Pensé que era la cabeza de un muñeco de plástico, pero le di un golpe con un palo y comprobé que era de carne y hueso. Me di un susto de muerte", explica Escolá. Cuando el joven corría despavorido a llamar al 091 se encontró con una patrulla de la Policía Municipal, a la que informó de su macabro descubrimiento.

Agentes de la comisaría de Mediodía se encargaron de avisar al juez de Instrucción de guardia, que ordenó el traslado de la cabeza hasta el Instituto Anatómico Forense. El cráneo, que presuntamente fue seccionado del resto del cuerpo mediante un corte limpio, presentaba dos orificios, aparentemente causados por balas de pequeño calibre.

La cabeza pertenece a un hombre negro, según las primeras impresiones de la policía. El cráneo estaba apergaminado, lo que hace suponer que la persona a la que corresponde fue asesinada hace al menos un mes.

Los agentes encargados del caso no han podido determinar las circunstancias en que la víctima fue decapitada, aunque está descartado que ésta fuera arrollada por un tren, ya que no fue encontrado el resto del cuerpo.

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