Tribuna:

Pronósticos marginales

La Bolsa encuentra demasiados problemas para adaptar su trayectoria a cualquier tipo de pronósticos, incluso si son positivos y vienen de los máximos responsables del mercado. Si algo tienen muy claro los inversores a estas alturas es que no hay que confundir las expectativas con los deseos, sobre todo cuando el resto del mundo se empeña en llamar la atención sobre los problemas pendientes de solución.En esta ocasión, ni siquiera un avance importante en Wall Street ha dado paso a una situación similar en la Bolsa española y es que ni un índice de Precios al Consumo neutro va a cambiar tanto la...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Bolsa encuentra demasiados problemas para adaptar su trayectoria a cualquier tipo de pronósticos, incluso si son positivos y vienen de los máximos responsables del mercado. Si algo tienen muy claro los inversores a estas alturas es que no hay que confundir las expectativas con los deseos, sobre todo cuando el resto del mundo se empeña en llamar la atención sobre los problemas pendientes de solución.En esta ocasión, ni siquiera un avance importante en Wall Street ha dado paso a una situación similar en la Bolsa española y es que ni un índice de Precios al Consumo neutro va a cambiar tanto las cosas como para que el dinero se vuelque en el mercado.

Un avance acumulado en el año superior al 25% y un buen montón de títulos esperando a que suban los precios para recuperar la liquidez son unos argumentos demasiado sólidos ante cualquier declaración de intenciones.

La contratación ha sido más equilibrada en esta jornada, aunque el Banco Santander registró un inesperado aumento de volumen que le acerca al medio millón de títulos y la buena disposición de Wall Street favoreció a Telefónica, que cruzó operaciones por encima del millón de acciones. El índice celebró todo esto con un avance de 51 centésimas.

Archivado En