Cartas al director

Seguridad privada

Ante la frecuente difusión en los medios de comunicación de incidencias relacionadas con el sector de seguridad privada, hemos creído necesario aclarar varios puntos que nos afectan negativamente.El principal es comunicar que estamos acogidos a una legislación laboral que muchas veces produce la mala imagen que en general se tiene del vigilante jurado de seguridad, motivada en su mayor parte por las páginas de sucesos, donde aparecen a veces problemas de malos tratos o malas actuaciones de vigilantes, cuestión ésta que no ponemos en duda, pero que, en un sector de casi 60.000 trabajadores, no ...

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Ante la frecuente difusión en los medios de comunicación de incidencias relacionadas con el sector de seguridad privada, hemos creído necesario aclarar varios puntos que nos afectan negativamente.El principal es comunicar que estamos acogidos a una legislación laboral que muchas veces produce la mala imagen que en general se tiene del vigilante jurado de seguridad, motivada en su mayor parte por las páginas de sucesos, donde aparecen a veces problemas de malos tratos o malas actuaciones de vigilantes, cuestión ésta que no ponemos en duda, pero que, en un sector de casi 60.000 trabajadores, no se hace justicia con la crítica destructiva al colectivo por una actuación de una minoría.

El vigilante jurado es un profesional volcado por entero a su trabajo, siempre dentro del marco legal vigente. La protección y custodia de personas y bienes, el apoyo a las fuerzas de seguridad del Estado, y, en general, el auxilio a cualquier persona que lo necesite, son nuestros principales cometidos.

Por desgracia, se desconocen estos importantes cometidos que diariamente llevamos a cabo, pero que son nuestro estímulo y la satisfacción del deber cumplido. Con esto nos basta- Manuel Romero y Jesús López.

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