El policía que mordió a un agente municipal sufrió hace dos años un atentado etarra

Gabriel Sánchez Rico, de 47 años, taxista y miembro del Cuerpo Nacional de Policía, sufrió hace dos años un atentado de ETA en el que murieron dos compañeros. Gabriel mordió el miércoles al policía municipal Victorio H. M., de 42 años, en una discusión en el aeropuerto.

El incidente se produjo cuando Gabriel, que trabaja como taxista, no respetó la cola de recogida de viajeros en el aeropuerto de Barajas. Victorio acudió en ayuda de otro compañero que estaba recriminando su actitud al infractor, quien se abalanzó sobre él y le propinó una dentellada, arrancándole un trozo de la mejilla ...

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Gabriel Sánchez Rico, de 47 años, taxista y miembro del Cuerpo Nacional de Policía, sufrió hace dos años un atentado de ETA en el que murieron dos compañeros. Gabriel mordió el miércoles al policía municipal Victorio H. M., de 42 años, en una discusión en el aeropuerto.

El incidente se produjo cuando Gabriel, que trabaja como taxista, no respetó la cola de recogida de viajeros en el aeropuerto de Barajas. Victorio acudió en ayuda de otro compañero que estaba recriminando su actitud al infractor, quien se abalanzó sobre él y le propinó una dentellada, arrancándole un trozo de la mejilla derecha. Antes de ser inmovilizado, el furibundo agresor mordió en un costado al otro policía municipal.El policía taxista sufrió un atentado de ETA el 8 de mayo de 1989, en las inmediaciones de la cárcel de Alcalá-Meco. El comando que realizó la acción ametralló al funcionario de prisiones José Luis López Montenegro, y posteriormente colocó una bomba de 15 kilos en su automóvil. Cuando un grupo de agentes del Cuerpo Nacional de Policía acudió en ayuda del funcionario estalló el artefacto, que causó la muerte a los policías José Antonio Montes Gila y Juan Antonio García Andrés, además de herir gravemente a sus compañeros Gabriel Sánchez y Pedro Fuentes.

"Gabriel sufría trastornos psíquicos desde entonces", según indicaron fuentes policiales, que añadieron que actualmente se hallaba de baja por enfermedad y estaba a la espera de que la Dirección General de la Policía le concediera el pase a la segunda actividad (una situación intermedia entre activo y jubilado). En esa situación se puede ocupar destino en tareas burocráticas o no realizar ningún trabajo.

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