Supuestas presiones al denunciante de la trama financiera

Luis Oliveró, administrador de las empresas Time Export, Filesa y Malesa, ofreció al chileno Carlos van Schouwen pagarle una cantidad no determinada, a cambio de que retirase la demanda presentada en Magistratura del Trabajo y abandonara España, según dijo ayer la abogada. de éste último, Guacolda Salas.Van Schouwen trabajó desde 1987 hasta marzo pasado para estas empresas y afirma haber sido despedido antes de cobrar los 25 millones de pesetas que reclamaba por la elaboración de un estudio que le había ocupado 36 meses. Horas antes de que se produjese aquella oferta, Olivero había negado a la...

Luis Oliveró, administrador de las empresas Time Export, Filesa y Malesa, ofreció al chileno Carlos van Schouwen pagarle una cantidad no determinada, a cambio de que retirase la demanda presentada en Magistratura del Trabajo y abandonara España, según dijo ayer la abogada. de éste último, Guacolda Salas.Van Schouwen trabajó desde 1987 hasta marzo pasado para estas empresas y afirma haber sido despedido antes de cobrar los 25 millones de pesetas que reclamaba por la elaboración de un estudio que le había ocupado 36 meses. Horas antes de que se produjese aquella oferta, Olivero había negado a la abogada del ciudadano chileno que éste hubiera trabajado en sus empresas.

El denunciante declinó hacer declaraciones a este periódico y se remitió a su abogada. La letrada explicó que una parte del estudio realizado por su cliente es el que Filesa vendió al Banco Bilbao Vizcaya por una cantidad superior a los 80 millones de pesetas.

El demandante sostiene que, pese a que el objeto social de tales entidades consiste en realizar estudios de mercado, financieros y de asesoramiento empresarial, "el único proyecto realizado" fue el suyo.

Van Schouwen, de 46 años, es de nacionalidad chilena y se exilió de su país tras el golpe del general Pinochet. Es psicólogo y ha realizado estudios de contabilidad y administración de empresas en un lugar de los Estados Unidos que su abogada no pudo precisar.

Intervención policial

Después de que se celebrase, sin acuerdo, el acto de conciliación laboral, al que no acudió el diputado socialista Carlos Navarro pese a estar citado, tres policías se personaron en el domicilio de Van Schouwen y le entregaron una citación para que al día siguiente, que era sábado, se personase en la comisaría de su distrito "para un asunto de su interés".

La abogada, que acompañó a su cliente en esa comparecencia, considera que se trató de un "trámite atípico". La policía, sin levantar acta, le preguntó por su situación en España. Alertada la cónsul de Chile en Barcelona, ésta se interesó por el caso ante el comisario, quien le contestó que "se había producido un chivatazo", pero que no volvería a ser molestado.

En los últimos días, cuando los periodistas "habían empezado a hacer preguntas sobre su caso, Van Schouwen recibió una segunda oferta económica, esta vez a través de intermediarios, a cambio de que "parara a los periodistas", siempre según la abogada Salas, quien no identificó el origen de esa nueva oferta.

Se da la circunstancia de que la abogada de Van Schouwen dirigió en marzo pasado una carta al diputado socialista Carlos Navarro, con acuse de recibo, a la sede del PSOE, en la calle de Ferraz de Madrid, ofreciendo un acuerdo amistoso. La carta no obtuvo respuesta. continuación, fue presentada la demanda.

"Directrices de Navarro"

Fue imposible localizar ayer a Luis Oliveró, autor de las supuestas ofertas a Van Schouwcn para que se callara.

En la demanda se asegura que las tres sociedades anónimas Export, Filesa y Malesa pertenecen material mente" a dos personas físicas: Alberto Flores Valencia -hermano de la dirigente socialista Elena Flores- y Luis Oliveró Capellades, que disponen del 60% y el 40%, respectivamente, de las acciones. Pero quien imparte las directrices y supervigila -a todo nivel- el contenido del trabajo es el señor Carlos Navarro Gómez", agrega la de manda. Tales datos no fliguran en los registros mercantiles.