País Vasco

Panorama abierto ante la incógnita de los pactos

El signo de los pactos es la incógnita en el País Vasco. Prácticamente ningún ayuntamiento relevante podrá ser gobernado sin acuerdos para garantizar mayorías. Todas las combinaciones son posibles, en función de los diversos resultados en cada provincia y cada ciudad. También contará la voluntad del Partido Nacionalista Vasco (PNV) de permanecer abierto hacia cualquier frente, con la intención de ocupar un papel cada vez más central entre las restantes fuerzas políticas.El PNV consolida la recuperación experimentada en las autonómicas, con una ganancia de más de seis puntos desde hace cuatro a...

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El signo de los pactos es la incógnita en el País Vasco. Prácticamente ningún ayuntamiento relevante podrá ser gobernado sin acuerdos para garantizar mayorías. Todas las combinaciones son posibles, en función de los diversos resultados en cada provincia y cada ciudad. También contará la voluntad del Partido Nacionalista Vasco (PNV) de permanecer abierto hacia cualquier frente, con la intención de ocupar un papel cada vez más central entre las restantes fuerzas políticas.El PNV consolida la recuperación experimentada en las autonómicas, con una ganancia de más de seis puntos desde hace cuatro años. Prácticamente, lo mismo que pierde desde entonces Eusko Alkartasuna (EA). En relación a las elecciones autonómicas de octubre pasado, las variaciones son pequeñas pero significativas con la excepción del crecimiento de casi punto y medio del Partido Popular (PP) y las pérdidas de más de un punto de Euskadiko Ezkerra (EE).

Las demás formaciones se mantienen respecto a las autonómicas de hace siete meses. El PNV obtiene casi idéntico resultado y experimentan una ligera recuperación EA, el PSE-PSOE. HB confirma su tendencia a la baja, en un proceso lento pero constante que sugiere los primeros resultados palpables de la política de aislamiento de los restantes partidos, frente a un veto hasta ahora considerado blindado.

Los resultados de Bibao, en cambio, suponen un verdadero vuelco, en especial por la progresión del PP, que dobla su representación, y la caída de HB, hasta el punto de que la coalición radical pierde en el sondeo la tercera plaza en beneficio del partido de José María Aznar. Aunque el PNV gana un concejal, no conseguiría la mayoría absoluta ni siquiera reproduciendo el tripartito del Gobierno de Vitoria junto a EA y EE, tras perder cada uno de éstos un representante. La opción de incorporar al PP en Bilbao al pacto entre partidos nacionalistas parece poco probable si no median contrapartidas a otras operaciones de alcance más general. La salida para el PNV será seguramente intentar reproducir el acuerdo actual con el PSE-PSOE. Los socialistas consolidan su espacio municipal y su lugar como segunda fuerza. Este acuerdo es el que mayor estabilidad puede proporcionar al gobierno muncipal, después de un período marcado por los conflictos y saldado con la dimisión del alcalde, el peneuvista José María Gorordo.

Después de un largo período de ausencia práctica de la política vasca, el Partido Popular salta desde la sexta posición de 1987 a la tercera actual. Sus buenos resultados de las elecciones autonómicas le han confirmado a los Ojos de una parte del electorado como un punto de referencia en la política vasca.

El partido de José María Aznar está movilizando votos de la abstención y sobre todo, recuperando préstamos anteriores al PNV y al PSE-PSOE. Estas dos formaciones, a su vez, compensan la pérdida gracias a la atracción ejercida sobre votantes de Eusko Alkartasuna y de Euskadiko Ezkerra, respectivamente.

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