Cartas al director

Los perjuicios de Renfe

Soy un ciudadano italiano (vivo en Milán) y escribo esta carta para manifestar mi desagrado por la gestión de Renfe en los ferrocarriles españoles.A primeros de noviembre de 1990 me encontraba en Valencia por motivos de estudio y de trabajo (soy procurador legal). El viaje de vuelta a mi país fue soda una odisea. El tren Intercity de las 16.00 horas, proveniente de Valencia con destino Barcelona-Sants previsto alas 19.58 horas, llegó nada menos que con 37 minutos de retraso, de manera que perdí el Talgo Pau Casals de las 20.15 horas con destino Milán.

Me dirigí entonces al responsable d...

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Soy un ciudadano italiano (vivo en Milán) y escribo esta carta para manifestar mi desagrado por la gestión de Renfe en los ferrocarriles españoles.A primeros de noviembre de 1990 me encontraba en Valencia por motivos de estudio y de trabajo (soy procurador legal). El viaje de vuelta a mi país fue soda una odisea. El tren Intercity de las 16.00 horas, proveniente de Valencia con destino Barcelona-Sants previsto alas 19.58 horas, llegó nada menos que con 37 minutos de retraso, de manera que perdí el Talgo Pau Casals de las 20.15 horas con destino Milán.

Me dirigí entonces al responsable de la Oficina de Asistencia al Viajero de aquella estación, quien, con una actitud demasiado expeditiva, me dijo que no había otra solución que anular (¡sin reembolsármelo!) el billete del Pau Casals que yo poseía y, después de pagar otro billete, seguir viaje en otro tren nocturno, siempre que hubiese.

Este señor prácticamente me obligó a subir en el Talgo Barcelona-París, que, según dijo, hacía una parada técnica en Cerbére, para que allí cogiera otro tren con salida hacia Italia. Sin embargo, resultó que, cuando el Talgo llegó a la frontera franco-española, a las 0.20 horas, desde allí no salía ningún tren hasta las 4.50 horas de la mañana.

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A la mañana siguiente cogí el primer tren que salió y luego tres más en Francia y uno en Italia. Por fin, cansado, trastornado y hambriento llegué a Milán a las 19.10 horas del día siguiente a mi salida de Valencia, en vez de alas 9.00 de la mañana, como tenía previsto, perdiendo además todo un día de trabajo en el tribunal.

Pues bien, los Ferrocarriles Italianos rehusan reembolsarme el billete del Talgo Pau Casals, considerando a Renfe responsable de lo sucedido.-

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