Los nacionalistas corsos llaman a la lucha contra el Estado francés

En Francia no hay otro pueblo que el pueblo francés. Así se resume la sentencia del Consejo Constitucional francés que acaba de negar a los corsos el derecho a una identidad nacional particular. Una decisión que muchos habitantes de la isla mediterránea han encajado como un insulto. Los nacionalistas y autonomístas llaman ahora a la lucha contra la "lógica colonial" del "retrógrado" Estado francés.Al rechazar la noción de "pueblo corso" contenida en el artículo primero del estatuto de autonomía para la isla elaborado por el Gobierno socialista, el Consejo Constitucional ha vuelto a proclamar q...

En Francia no hay otro pueblo que el pueblo francés. Así se resume la sentencia del Consejo Constitucional francés que acaba de negar a los corsos el derecho a una identidad nacional particular. Una decisión que muchos habitantes de la isla mediterránea han encajado como un insulto. Los nacionalistas y autonomístas llaman ahora a la lucha contra la "lógica colonial" del "retrógrado" Estado francés.Al rechazar la noción de "pueblo corso" contenida en el artículo primero del estatuto de autonomía para la isla elaborado por el Gobierno socialista, el Consejo Constitucional ha vuelto a proclamar que la república francesa es "una e indivisible". Según los nueve miembros de la más alta instancia judicial francesa, en el seno del pueblo francés no caben distinciones basadas en el lugar de nacimiento, la raza, la religión, la lengua o la cultura.

La decisión del Consejo Constitucional ha sido toda una enérgica reafirmación del carácter unitario, centralista y jacobino impreso a Francia por la revolución de 1789. Para François Alfonsi, de la autonomista Unión del Pueblo Corso, el Estado francés prueba así que es "el más retrógrado de Europa".

"El pueblo corso no tiene necesidad de ningún permiso para existir", afirma François Viola, líder del movimiento nacionalista Conculta. Según Viola, la sentencia del Consejo Constitucional representa "la consagración de una lógica colonial cada día más evidente y cada día más reaccionaria".

Si el Gobierno francés teme que los grupos armados corsos vuelvan a practicar acciones terroristas sangrientas, la oposición de derecha no oculta su regocijo por la decisión del Consejo Constitucional. El ultraderchista Jean-Marie Le Pen afirma: "Esta sentencia representa el fracaso estrepitoso de la política socialista de concesiones a los rebeldes de Córcega".

Según el líder derechista Jacques Chirac, la noción de "pueblo corso" ponía en peligro "la unidad de la nación francesa", al abrir el camino a "un posible ejercicio del derecho de autodeterminación".