Londres espera que González y Major establezcan una buena relación personal

Londres no espera grandes cosas de la visita oficial de dos días que hoy inicia el presidente del Gobierno, Felipe González, al Reino Unido. Si acaso, una mejora genérica del clima del debate bilateral ante la posibilidad de que ambos mandatarios, que pertenecen a la misma generación, establezcan una buena relación personal.

Las demandas españolas sobre reformas financieras en la Comunidad y sobre el contencioso gibraltareño no van a tener respuestas satisfactorias.Una alta fuente del Foreign Office decía ayer que esta visita tiene, aparte de su componente protocolaria y de trabajo, el ...

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Londres no espera grandes cosas de la visita oficial de dos días que hoy inicia el presidente del Gobierno, Felipe González, al Reino Unido. Si acaso, una mejora genérica del clima del debate bilateral ante la posibilidad de que ambos mandatarios, que pertenecen a la misma generación, establezcan una buena relación personal.

Las demandas españolas sobre reformas financieras en la Comunidad y sobre el contencioso gibraltareño no van a tener respuestas satisfactorias.Una alta fuente del Foreign Office decía ayer que esta visita tiene, aparte de su componente protocolaria y de trabajo, el carácter de una rutina realzada, tras los continuos encuentros de representantes de uno y otro país en diversos foros. "Yo creo que Douglas Hurd (el secretario del Foreign Office) ve más a Fernández Ordóñez que a sus propios compañeros de Gobierno", decía la fuente.

La relación de temas a discutir es muy amplia -desde los contenidos de las conferencias intergubernamentales de la Comunidad Europea, al futuro desarrollo de la Unión Europea Occidental, pasando por temas de política exterior multilateral-, pero en los dos que ahora más interesan a España hay, oco pen comun. Londres rechaza la pretensión española de que se cree un fondo de compensación interestatal por el que el norte potente desviaría fondos hacía las economías me nos fuertes de la Comunidad para buscar una armonía en el desarrollo. Más que en un desvío de recurso que aumente la cohesión económica entre norte y sur, el Reino Unido -que sería pa gador en el plan de González- pone el énfasis en "la liberación de los mercados, generadora de una actividad comercial y econó mica que favorece a los países de menor desarrollo". El Gobierno de John Major, que teme al intervencionismo de la Carta Social europea como a un nublado, cree que los países mediterráneos tambien debieran preocuparse.

Gibraltar: tiempo al tiempo

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El problema de Gibraltar pasa, desde el punto de vista británico, por dar más tiempo al tiempo. "Lo que hay que buscar no es resolver el problema, sino disolverlo" dice la fuente diplomática, que habla de ir con pies de plomo en este asunto. "Buscarnos una mayor colaboración en el campo de Gibraltar y, en lo posible, colocar las cosas en el marco comunitario".

El Foreign Office cree que las trabas que pone Joe Bossano, el ministro principal de la colonia, van en detrimento de sus propios intereses. "No puede esperar autosuficiencia en el marco comunitario si tiene que basarla en la discordia", comenta la fuente británica. "No puede esperar que Gibraltar sea la puerta de entrada que quiere ser si no es cómoda y está llena de problemas". Esta misma fuente desestima la críticas de sus correlegionarios del Partido Popular a la apertura de la verja. "Que reconsideren lo que quieran, pero dudo que vayan a llegar a otra conclusión", dice.

La misma alta fuente cree que el más probable resultado de la visita es que González y Major descubran que se pueden llevar bien. "Major es más distendido y menos apasionado que Thatcher; se parece más a González, que es pragmático y traquilo".

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