Los banqueros exigen un nuevo marco legal si el banco público se dedica a la actividad comercial

La Asociación Española de Banca Privada (AEB), que preside José Luis Leal y que representa los intereses de este sector, respondió ayer con una nota oficial a la constitución de la Corporación Bancaria de España, que agrupará las seis entidades públicas existentes en España. La AEB señala que "si las instituciones oficiales desean competir plenamente en el terreno de la banca comercial, será indispensable proceder a un nuevo diseño del actual sistema de coeficientes". Los banqueros desean que, en caso de competir en el mercado, "el punto de partida sea el mismo para todos".

La AEB estim...

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La Asociación Española de Banca Privada (AEB), que preside José Luis Leal y que representa los intereses de este sector, respondió ayer con una nota oficial a la constitución de la Corporación Bancaria de España, que agrupará las seis entidades públicas existentes en España. La AEB señala que "si las instituciones oficiales desean competir plenamente en el terreno de la banca comercial, será indispensable proceder a un nuevo diseño del actual sistema de coeficientes". Los banqueros desean que, en caso de competir en el mercado, "el punto de partida sea el mismo para todos".

La AEB estima que de no existir igualdad de condiciones de partida "se falsearían los principios básicos de la economía de mercado, que ha demostrado ser el sistema más eficiente para asignar adecuadamente los recursos productivos de las naciones y promover el bienestar de los pueblos".Según la patronal bancaria, las instituciones privadas están sujetas a una serie de coeficientes cuya vigencia va más allá del año 2000 y a los que la banca pública no está sometida. La AEB señala que una parte considerable de los recursos de las entidades públicas "han sido suministrados obligatoriamente por las instituciones privadas a precios muy por debajo de los que prevalecen en el mercado". "Si no modifican el régimen actual", añade, "se daría la situación absurda según la cual la banca privada tendría que competir con unas instituciones a las que ella misma todavía está subvencionando".

Los servicios

A pesar de esta clara advertencia, la patronal bancaria considera que "la creación de la Corporación Bancaria Española es una decisión del Gobierno, el cual es muy libre de ordenar y racionalizar las instituciones que se encuentran en su órbita si entiende que con ello mejora la eficacia de los servicios que presta a los ciudadanos".

En relación con la creación de la Corporación Bancaria de España (CBE), el comisario para la Competencia y vicepresidente de la CE, Leon Brittan, resaltó que sería un error pensar que la presencia de un holding bancario público es contrarla a la política de competencía de la Comislión, aunque no por ello "se debe pensar que cualquier reestructuración es permisible". En su entrevista con el ministro de Economía, Carlos Solchaga, el comisario se interesó ayer por la intención de averiguar "los motivos de la constitución" del nuevo banco y declaró que la Comisión lo estudiará entonces.

Por su parte, Emilio de Ybarra, presidente del BBV, ha señalado que "es evidente, que el sector bancario de propiedad pública necesita una reordenación para hacerlo más eficaz y adaptarlo a las nuevas condiciones del mercado. En ese sentido", añadió, "la nueva corporación puede servir de base para tal reordenación, que aconseja no sólo una direción única, sino sobre todo, la sujección plena a la competencia que abre el mercado único bancario en condiciones de igualdad con el resto de las instituciones".

De Ybarra precisó que "en el BBV consideramos que la decisión del Gobierno confirma la oportunidad de nuestra fusión, que nos permite, en estos momentos situarnos con ventaja frente al resto de las instituciones bancarias privadas".

El presidente del Banco Popular, Luis Valls, manifestó ayer: "No sé por qué la decisión del Gobierno de construir un superbanco público con los mimbres de los actuales bancos oficiales me ha caído en gracia". Valls añadió que "no siempre se puede gobernar con la racionalidad como premisa y como método. Pero estamos ante un caso de racionalidad que cae bien a la izquierda política, a las centrales sindicales, al partido del Gobierno y al propio Gobierno".

El presidente del Popular señaló también que la decisión de crear un banco público tiene sus consecuencias positivas y negativas, tanto para el país como bancos y clientes. "Lo negativo", añadió, "puede sin tetizarse en los resultados de la política del dedo. El peso excesivo de los aspectos políticos en las decisiones a dedo en la economía de una empresa la conducirán a tina mala gestión, pero si el superbanco no se quiere proteger con privilegios y acepta las reglas de la buena práctica bancaria, las consecuencías de organizarlo más racionalmente cara a la Europa del 93 serán beneficiosas".

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