Cartas al director

Vagina y conciencia

Leo con el estómago revuelto las precisiones ( ¿o perversiones?) de una reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre un caso de violación que ha resultado no serlo por no haber sido traspasada la barrera del himen, adernás de una serie de consideraciones sobre centímetros, eyaculación, etcétera, ofensivas para cualquier sensibilidad.Estos señores que juzgan sobre la violación con estos criterios deberían saber que no se es mujer por tener una vagina, sino por tener conciencia. Es decir, que si estando inconsciente se

Pasa a la página siguiente

Viene de la ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Leo con el estómago revuelto las precisiones ( ¿o perversiones?) de una reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre un caso de violación que ha resultado no serlo por no haber sido traspasada la barrera del himen, adernás de una serie de consideraciones sobre centímetros, eyaculación, etcétera, ofensivas para cualquier sensibilidad.Estos señores que juzgan sobre la violación con estos criterios deberían saber que no se es mujer por tener una vagina, sino por tener conciencia. Es decir, que si estando inconsciente se

Pasa a la página siguiente

Viene de la página anterior

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

produce la violación, la víctima no se sentirá violada por no tener conciencia de ello. Tampoco creo que se sientan violadas las vacas, las gatas o las conejas, por más que la naturaleza les haya provisto de su correspondiente orl icio.

Creo recordar que recientemente la penetración anal ha sido reconocida legalmente como violación. Y pregunto, con todo respeto: si un ciudadano cualquiera, por ejemplo un magistrado, tuviera la desgracia de ser penetrado, ¿a qué profundidad del orificio anal comenzaría el delito de violación? ¿Sería un atenuante para su agresor el que llevara pantalones demasiado ajustados o la camisa desabrochada hasta el cuarto botón?

Me siento ofendida como mujer y avergonzada como ser humano.- Pilar Romero.

Archivado En