El verdadero problema

EL PAÍS, sábado 27 de abril de 1991: "Benegas asegura que no ha dimitido ni tiene intención de hacerlo". Era de esperar. Por las grabaciones supimos que no tenía educación. Ahora sabemos que tampoco tiene dignidad. La pregunta es: ¿cómo personas de ese nivel moral han podido llegar a ocupar puestos de tanta responsabilidad?¡Ah! Felicito a la cadena SER y a EL PAÍS por su postura ante el tema, expresada magníficamente en el editorial del viernes bajo el título El único criterio posible.

Es lógico que el Gobierno, el PSOE y sus adláteres (algunos jueces inclusive) traten de desvia...

EL PAÍS, sábado 27 de abril de 1991: "Benegas asegura que no ha dimitido ni tiene intención de hacerlo". Era de esperar. Por las grabaciones supimos que no tenía educación. Ahora sabemos que tampoco tiene dignidad. La pregunta es: ¿cómo personas de ese nivel moral han podido llegar a ocupar puestos de tanta responsabilidad?¡Ah! Felicito a la cadena SER y a EL PAÍS por su postura ante el tema, expresada magníficamente en el editorial del viernes bajo el título El único criterio posible.

Es lógico que el Gobierno, el PSOE y sus adláteres (algunos jueces inclusive) traten de desviar la atención pública hacia el tema de la legalidad o no de las escuchas, en una supuesta altruista defensa del derecho a la intimidad de todos los ciudadanos. A buenas horas, mangas verdes, sobre todo teniendo en cuenta que el día anterior se acababa de aprobar en el Parlamento, con los únicos votos del partido socialista, la vergonzosa ley que exime a la clase política de comparecer personalmente ante los tribunales. ¡Qué curioso modo de defender a los ciudadanos!

Afortunadamente, el editorial de EL PAÍS dejó bien claro que en las conversaciones de Benegas no se trata de la vida privada, sino de la función pública de algunos dirigentes políticos y del derecho de los ciudadanos a saber qué tipo de gente les dirige y cuál es el verdadero estado de las relaciones entre el partido y el Gobierno.

Concluyendo: creo que ni los militantes del PSOE ni la sociedad española nos merecemos estos dirigentes.- José Ramón Ezquerra.