Riesgo en Gandía

Algo inaudito: la nacional 332, con una altísima densidad de tráfico, presenta, en el tramo comprendido entre las localidades de Gandía y Cullera (provincia de Valencia), sectores de varios kilómetros que fueron remozados hace ya muchos meses (¿ocho?, ¿diez?...), sin que hasta el momento presente se hayan trazado las líneas de separación de arcenes, estando sólo marcados provisionalmente (¡y de qué modo!) los carriles.Resultado: una conducción muy arriesgada a la luz del día, pero extremadamente peligrosa de noche, porque ¿dónde se termina el asfalto y empieza el lindo campo valenciano? O dich...

Algo inaudito: la nacional 332, con una altísima densidad de tráfico, presenta, en el tramo comprendido entre las localidades de Gandía y Cullera (provincia de Valencia), sectores de varios kilómetros que fueron remozados hace ya muchos meses (¿ocho?, ¿diez?...), sin que hasta el momento presente se hayan trazado las líneas de separación de arcenes, estando sólo marcados provisionalmente (¡y de qué modo!) los carriles.Resultado: una conducción muy arriesgada a la luz del día, pero extremadamente peligrosa de noche, porque ¿dónde se termina el asfalto y empieza el lindo campo valenciano? O dicho en términos shakespearianos, ¿ser o no ser? Si emprende uno viaje en noche lluviosa, ¡oh Providencia!, mejor testar, por si las moscas... ¿Que se viene usted a pasar unos días por aquí? Aventúrese por las comarcales, que serán, con mucho, más seguras. No le quepa duda.

¡Lo que son las cosas! ¡Y nosotros soñando con la rubia Europa! ¡Qué le vamos a hacer!

Pero digo yo, si bien se mira, ha de haber un responsable de tamaña chapuza... ¿O no? Con tales muestras de incompetencia sólo cabe contemplar su destitución inmediata o la imposición de un castigo ejemplar que, sirva la sugerencia, podría consistir en circular 24 horas al día, eso sí, en solitario, por los sectores descritos, con lluvia a ser posible. ¿Niebla? ¡O granizo...!