Cartas al director

Médicos militares

Por las circuristancias sociales y laborales, con más de 30.000 médicos en paro en toda España, numerosos profesionales de la medicina decidieron desarrollar sus conocimientos y capacidades en el campo de la sanidad militar Pasa a la página siguiente

Viene de la página anterior

Tras superar una dura oposición, se especializaron en diversas ramas de la Medicina en destacados hospitales españoles no militares. Al finalizar dicho periodo regresaron con su formación recién adquirida y llenos de ilusión a desarrollar su labor en hospitales militares de los tres ejércitos...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Por las circuristancias sociales y laborales, con más de 30.000 médicos en paro en toda España, numerosos profesionales de la medicina decidieron desarrollar sus conocimientos y capacidades en el campo de la sanidad militar Pasa a la página siguiente

Viene de la página anterior

Tras superar una dura oposición, se especializaron en diversas ramas de la Medicina en destacados hospitales españoles no militares. Al finalizar dicho periodo regresaron con su formación recién adquirida y llenos de ilusión a desarrollar su labor en hospitales militares de los tres ejércitos. ¡Y aquí empezó el de sastre!

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Estos médicos encuentran sinsabores, zancadillas, dificultades y cortapisas para desarrollar sus ilusiones profesionales. Buscan la salida de una sanidad militar en donde se ingresa patología banal (gripe, hepatitis agudas no complicadas, uretritis gonocócicas, fimosis, etcétera) y en donde el índice de ocupación hospitalaria ronda el 20%; lo que hace imposible satisfacer aspiraciones profesionales. Todo esto contrasta con las largas listas de espera de la también sanidad pública civil.

Deciden abandonar una sanidad militar cuyas pautas habituales de actuación se basan en la arbitrariedad, la mediocridad y la injusticia. Por todo ello optan por solicitar la baja del Ejército, con todo lo que ello supone de tirar por la borda años de estudio, oposición ganada de por vida y tranquilidad sociolaboral. La contestación a esta petición es el silencio administrativo durante meses o la negativa basada en absurda e inconstitucional normativa vigente. Funcionarios a los que se excluye de la Constitución: todos los españoles tienen derecho a la libre elección de su puesto de trabajo y lugar de residencia. Personas que ven limitadas las libertades básicas del individuo.

La solución a este importante problema pasa por conseguir una sanidad militar que funcione con criterios de eficacia y rentabilidad. Una sanidad militar que se base en los mismos parámetros de gestión y racionalidad que todos conocemos. Mientras esto no se haga, debe darse libertad a los médicos militares para escoger el camino que mejor llene su vocación profesional.

Archivado En