Cartas al director

La batalla del censo

Un ejército de agentes censales del Instituto Nacional de Estadística (INE) se despliega actualmente por los hogares españoles. Su objetivo: hacer cumplir casa a casa el censo de población y vivienda de 1991. Misión nada fácil.Censar bien es una práctica endemoniadamente difícil por la complejidad urbana actual, con viviendas monstruosamente apelotonadas en las macrourbes o anárquicamente diseminadas por el campo y la sierra (donde el habitante procura aislarse de intrusos, sobre todo estatales).

La mayor dificultad, sin embargo, es la falta de información ciudadana. Están poco y mal ex...

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Un ejército de agentes censales del Instituto Nacional de Estadística (INE) se despliega actualmente por los hogares españoles. Su objetivo: hacer cumplir casa a casa el censo de población y vivienda de 1991. Misión nada fácil.Censar bien es una práctica endemoniadamente difícil por la complejidad urbana actual, con viviendas monstruosamente apelotonadas en las macrourbes o anárquicamente diseminadas por el campo y la sierra (donde el habitante procura aislarse de intrusos, sobre todo estatales).

La mayor dificultad, sin embargo, es la falta de información ciudadana. Están poco y mal explicados conceptos censales básicos como la plena vecindad (con residencia fija, empadronamiento y voto en un lugar) o la residencia sólo ocasional, temporal, transeúnte, de mero descanso, con vecindad en otro municipio.

El Estado no verá clara la constitucionalidad de las prácticas censales, con el derecho a la intimidad y el secreto estadístico protegidos, cuando no ha precedido o simultaneado el censo con un bombardeo masivo de información al respecto (en especial por la tele, madre de toda información, que tanto castiga al personal con otros bombardeos menos civilizados).

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Debería remacharse que un censo se repite cada cinco años. Y que en cada uno se parte de cero, se deja nula toda inscripción o alta anterior, y queda la responsabilidad y decisión de censarse a voluntad de cada ciudadano adulto. Se tendrían que explicar mejor cuestiones claves como la dificultad de votar que tienen los españoles residentes en el extranjero o la negación del voto a los extranjeros residentes en España.

Tampoco se explica que la amplia operación censal presente no sirva para las elecciones municipales y autonómicas, en mayo próximo, que se harán con las listas de 1990.

El censo presente supone la obligada cumplimentación por parte del ciudadano de una hoja padronal (para el Ayuntamiento) con 10 preguntas individuales (íntimas) y un cuestionario para el ENE con 27 preguntas más.

Con la escasa Información formación de agentes y ciudadanos se teme seriamente por el resultado final del censo en curso.-

Asesor local del censo.

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