Entrevista:

"La Unión Soviética tendrá elecciones generales en 1994"

ÁNGEL A. HERNÁNDEZ, Alexandr Tsipkó es uno de los fundadores de Novedades de Moscú, la principal publicación del movimiento democrático soviético. Desde 1971 hasta 1986 fue miembro de la Acadamia de Ciencias de la URSS y trabajó en el Instituto de la Economía del Sistema Socialista como jefe de la sección de problemas ideológicos.

Tsipkó considera que el momento que vive la URSS es delicado, y las posiciones se van a clarificar a lo largo del próximo año, en que se desarrollará la campaña electoral para comicios generales en 1994.

Pregunta. Transición de la legitimi...

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ÁNGEL A. HERNÁNDEZ, Alexandr Tsipkó es uno de los fundadores de Novedades de Moscú, la principal publicación del movimiento democrático soviético. Desde 1971 hasta 1986 fue miembro de la Acadamia de Ciencias de la URSS y trabajó en el Instituto de la Economía del Sistema Socialista como jefe de la sección de problemas ideológicos.

Tsipkó considera que el momento que vive la URSS es delicado, y las posiciones se van a clarificar a lo largo del próximo año, en que se desarrollará la campaña electoral para comicios generales en 1994.

Pregunta. Transición de la legitimidad comunista a la legitimidad natural e histórica del Estado. ¿Es esto posible en la URSS?

Respuesta. No estoy de acuerdo con los que marcan una línea entre el Estado y los demócratas. Este es un punto de vista muy superficial. No hay tal división. Las fuerzas están divididas desde el punto de vista de la legitimidad histórica. Unas están en la línea de la historia soviética, que comienza con la revolución de 1917, y quieren conservar y desarrollar la legitimidad comunista. Otras están a favor de reconstruir la legitimidad del Estado previo a la revolución bolchevique.

El mito comunista

En el primer caso están Iván Poloskov, primer secretario del Partido Comunista de Rusia, y Borís Yeltsin. Ambos contemplan la historia de manera diferente. El primero, desde el periodo previo a la perestroika (anterior a 1985). El segundo quiere desarrollar la historia soviética a partir de la perestroika y convertir el mito comunista de la soberanía de la República Soviética de Rusia en una realidad.

P. ¿Y los rupturistas?

R. Los representa el movimiento que está detrás de las ideas de Alexandr Solzhenitsin, y que quieren el regreso a la legitimidad histórica. Estas fuerzas quieren salir del sistema comunista y retornar a las raíces de nuestro pasado histórico. Incluso entre ellos hay matices. Los partidarios del zar propugnan la vuelta a la situación que vivía el país cuando el emperador fue derrocado. Los demócratas, quieren una monarquía constitucional. Estas fuerzas están representadas en tres partidos que forman parte del bloque Rusia Dernocrática, de Yeltsin, pero no apoyan su proyecto sobre el futuro de la URSS.

P. ¿Qué fuerzas son. esas?

R. Los democristianos, liderados por Víktor Aksyuchyist, diputado del Sóviet Supremo. Representan un patriotismo moderado y apoyan a Solzhenitsin. El segundo grupo son los demócratas constitucionales, que se definen como el Partido de la Libertad del Pueblo y se consideran herederos de la tradición liberal rusa. El tercero es el Partido del Trabajo Libre, que quiere representar a los futuros empresarios. Creo que los tres van a agrupar en su entorno a otros pequeños partidos moderados demócratas. Hay indicios de que van a abandonar Rusia Democrática muy pronto para formar un grupo de liberales conservadores, porque su táctica es distinta de la de Yeltsin. Éste quiere la disolución de la URSS y una nueva unión de todas las repúblicas como Estados independientes y demócratas. Ello quieren, primero, cambios fundamentales, salir del sistema comunista, y ya en un Estado libre y democrático resolver lo problemas nacionales.

P. ¿Qué posibilidades tienen de conseguir el poder?

R. Siendo consejero de Yákovlev ya propuse la unión de Gorbachov con estas fuerzas, pero no quiso utilizar a su favor ese patriotismo moderado Ahora se enfrenta a un dilema qué tipo de patriotismo elegir? El socialista (del Ejército, del pueblo), o el de Rusia, Solzhenitsin. A Yeltsin le ocurre lo mismo. Si quiere ganar políticamente tendrá que unirse a los patriotas moderados.

P. Si éstos son los modera dos, ¿en dónde sitúa usted a los extremistas?

R. Son los denominamos partidos patriotas agresivos, antioccidentales, que ahora apoyan a Sadam Husein. Esas fuerzas están en el PCUS.

P. ¿Apoyan la dictadura militar?

R. Puede decirse que están interesados en una dictadura militar. Tratan de reactivar la situación política previa a Gorbachov. Pero no creo posible una dictadura militar. Nuestros militares no tienen tradición golpista ni voluntad política de hacerlo. Sin embargo, pueden respaldar a las fuerzas civiles que propugnan una vuelta a la dictadura del Partido Comunista, con lo cual no hay que descartar una posible victoria del nacionalbolchevismo. Cuentan con apoyo en la sociedad soviética. Utilizan el miedo hacia el cambio a un sistema de capitalismo occidental.

P. ¿Se engancharía Gorbachov a ese carro?

R. Si lo hiciera sería de manera provisional. Además, en dos días acabarían con él. La tragedia de la perestroika es que no han surgido figuras políticas de envergadura.

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