Cartas al director

Hitler y Sadam

Como réplica y finiquito al comentario de don Fernando Martínez (EL PAÍS, 18 de enero de 1991) cúmpleme manifestarle que las Cartas al Director han de tener la virtud del laconismo. Dada la exigüedad de espacio exigida para este tipo de escritura, no puedo extenderme cual sería mi deseo, razón por la que renuncio a cualquier proliferación de farragosos datos biográficos y fechas a entresacar de los libros que sobre el führer hay en mi bi blioteca. Sin embargo, como reconoce mí contradictor, no soy solamente yo quien ve parecido entre Hitler y el moderno califa baazisda.Dictadores ambos,...

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Como réplica y finiquito al comentario de don Fernando Martínez (EL PAÍS, 18 de enero de 1991) cúmpleme manifestarle que las Cartas al Director han de tener la virtud del laconismo. Dada la exigüedad de espacio exigida para este tipo de escritura, no puedo extenderme cual sería mi deseo, razón por la que renuncio a cualquier proliferación de farragosos datos biográficos y fechas a entresacar de los libros que sobre el führer hay en mi bi blioteca. Sin embargo, como reconoce mí contradictor, no soy solamente yo quien ve parecido entre Hitler y el moderno califa baazisda.Dictadores ambos, genocidas los dos, con ansias imperialistas y expansionistas tanto el uno como el otro, soñando el austriaco con el pangermanismo (que durante unos años existió) y con el panarabismo (todavía quimérico) el iraquí... no creo haberme equivocado en mis apreciaciones, pero en caso de que mi interlocutor siga discrepando está en su derecho, como yo en el mío, de expresarlo públicamente.-

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