DIARIO DE LA GUERRA

¿Quien pone los muertos?

Las cifras de bajas en la guerra han empezado a darse con cuentagotas después de cuatro días de bombardeos intensísimos. Aunque la eletrónica haya dirigido las bombas hacia objetivos estratégicos, los expertos entienden que Irak, y seguramente los aliados, minimizan sus bajas. Bagdad reconoció el sábado 94 muertos, de los que 63 son civiles.Los medios de comunicación, las cadenas de televisión norteamericanas en cabeza, han mostrado con todo lujo de detalles las armas más modernas de esta guerra por ordenador, mientras los estados mayores aliados subrayan el carácter supermoderno de las...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las cifras de bajas en la guerra han empezado a darse con cuentagotas después de cuatro días de bombardeos intensísimos. Aunque la eletrónica haya dirigido las bombas hacia objetivos estratégicos, los expertos entienden que Irak, y seguramente los aliados, minimizan sus bajas. Bagdad reconoció el sábado 94 muertos, de los que 63 son civiles.Los medios de comunicación, las cadenas de televisión norteamericanas en cabeza, han mostrado con todo lujo de detalles las armas más modernas de esta guerra por ordenador, mientras los estados mayores aliados subrayan el carácter supermoderno de las operaciones, pero sin mostrar el mismo celo a la hora de detallar los efectos reales de los ataques y explicar en qué consistían los objetivos tan plenamente conseguidos.

Es como un videojuego en el que sus protagonistas cuentan cómo apretaron el botón para destruir un edificio, la precisión de los impactos en los lugares precisos, sin desviarse un ápice. En definitiva, una guerra aséptica de alto diseño, por ordenador.

Al finalizar la década de los setenta había levantado pánico entre la opinión pública un invento monstruoso llamado bomba de neutrones: eliminaba a las personas, pero dejaba intactos inmuebles, tanques, barcos y aviones. Ahora, la maquinaria que se mueve en el Golfo tiene efectos absolutamente contrarios: destruye aviones, rampas de misiles, derriba edificios, ministerios, palacios presidenciales, pero parece que no haya afectado a los seres humanos.

Las bajas no parecen contarse en esta primera fase del combate. Como justificación pudiera aducirse que la censura cubre las informaciones de los frentes y que restringe, entre otros datos, la pérdidas humanas y daños.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En