Anodino, gris, triste...

El panorama económico esta teñido de incertidumbre y los mercados bursátiles se, resienten. Ayer en el mercado madrileño, el papel, retraído al final de la semana anterior hizo un discreto acto de presencia y se llevó más de dos puntos del índice general. Con la vista puesta en los mercados internacionales, la bajada en Tokio -en torno al 1%- y el mal comienzo de Nueva York fue suficiente para asustar al dinero mejor dispuesto. Las cifras de negocio continúan bajo mínimos. El viernes, el volumen de contratación no alcanzó los 4.500 millones de pesetas.El fin de semana, con un marcado tono béli...

El panorama económico esta teñido de incertidumbre y los mercados bursátiles se, resienten. Ayer en el mercado madrileño, el papel, retraído al final de la semana anterior hizo un discreto acto de presencia y se llevó más de dos puntos del índice general. Con la vista puesta en los mercados internacionales, la bajada en Tokio -en torno al 1%- y el mal comienzo de Nueva York fue suficiente para asustar al dinero mejor dispuesto. Las cifras de negocio continúan bajo mínimos. El viernes, el volumen de contratación no alcanzó los 4.500 millones de pesetas.El fin de semana, con un marcado tono bélico en las declaraciones de Sadam Husein, ha dejado a los mercados sumidos en el temor y la inactividad más absoluta a la espera del día 15.

Sólo el sector de inversión consiguió anotarse una ganancia significativa. Fue gracias al fuerte impulso recibido por la Corporación Banesto tras los duros castigos sufridos en las sesiones anteriores. Para el resto de los valores, la de ayer, como será la de hoy si no sucede algo inesperado, fue una sesión anodina, gris, triste y negra. Por si fuera poco, falló hasta el Cats. Con el mundo empresarial sumido en el desánimo más absoluto, el mercado bursátil atraviesa un momento más que delicado, sin más perspectivas que confiar en un desenlace favorable de la crisis.