La sucesión y Juan Guerra

La ausencia de sintonía personal", según expresión del pasado viernes, 20 de diciembre, de la ministra portavoz, Rosa Conde, es resaltada por ministros y altos cargos de la Administración que coinciden en situarla temporalmente en enero del pasado año, es decir, cuando estalló el caso Juan Guerra. Ahora bien, a modo de cliché se repite que todo empezó tres meses antes, cuando Felipe González, en plena campaña electoral anunció que esos comicios serían los últimos a los que se presentara como candidato a la presidencia del Gobierno. Según estas versiones, que recorren las filas socialist...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La ausencia de sintonía personal", según expresión del pasado viernes, 20 de diciembre, de la ministra portavoz, Rosa Conde, es resaltada por ministros y altos cargos de la Administración que coinciden en situarla temporalmente en enero del pasado año, es decir, cuando estalló el caso Juan Guerra. Ahora bien, a modo de cliché se repite que todo empezó tres meses antes, cuando Felipe González, en plena campaña electoral anunció que esos comicios serían los últimos a los que se presentara como candidato a la presidencia del Gobierno. Según estas versiones, que recorren las filas socialistas, en ese momento algunos ministros consideraron que había llegado la hora de postularse como candidatos a la sucesión.El revuelo que creó ese anuncio obligó a Felipe González a rectificar meses después y decir que había cometido un error a la vista de Ias pasiones" que se habían desatado. Antes de la rectificación había estallado el caso Guerra, y algunos ministros, según la más pura ortodoxia, no mostraron la solidaridad que el vicepresidente, Alfonso Guerra, hubiera esperado.

Más información

En esa sucesión temporal de hechos hay que situar las autonómicas en Andalucía del pasado mes de junio y, simultáneamente, la preparación del 32º Congreso del PSOE. Es el momento en el que entra en juego el secretario general de la FSM y presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina -en pugna con el presidente de la FSM, José Acosta-, al que apoyan los ministros Joaquín Almunia, José Barrionuevo y Javier Solana.

La osadía de Leguina

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La osadía de Leguina de cuestionar la sustitución de José Rodríguez de la Borbolla por Manuel Chaves para la presidencia de la Junta de Andalucía, no le será perdonada y el triunfo andaluz, con mayoría absoluta, fue vivido por el guerrismo como un triunfo no tanto de cara a la oposición sino "a los que están en la operación de acabar con Alfonso". A las demandas de "habitabilidad" en el seno del partido que pedía Leguina, se unieron las voces de los ministros que pedían "apertura". Antes les había precedido como abanderado el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, que pasó a formar un sector en solitario dentro del gabinete.

El 32º Congreso del PSOE, con su aplastante 100% de apoyo a la ejecutiva, no ha cerrado la brecha ni tampoco lo ha conseguido el presidente del Gobierno a pesar de sus tranquilizadoras palabras dedicadas a los ministros. González lanzó implícitamente este mensaje: los ministros han perdido el congreso dado que ninguno está en la ejecutiva, pero tienen todo el apoyo del presidente en el ámbito del Gobierno, lo que se verá cuando haya crisis.

Sobre la firma

Archivado En