Cartas al director

El talento de Lynch

Dice Carlos Maza, de Sevilla, en la sección Cartas al Director del 10 de diciembre, y a propósito de la serie Twin Peaks: "Todos los elogios escuchados van hacia la dirección, fotografía, música.... es decir, la fachada. La historia que se cuenta, después de un comienzo prometedor, es enrevesada artificialmente, inverosímil". Para acabar diciendo: "Muy poca cosa para tanta publicidad". Nuevamente se tiende a juzgar una obra cinematográfica -pues Twin Peaks es puro cine, pese a crearse para y exhibirse en la caja tonta- desde parámetros literarios. La calidad de Twin Peaks ...

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Dice Carlos Maza, de Sevilla, en la sección Cartas al Director del 10 de diciembre, y a propósito de la serie Twin Peaks: "Todos los elogios escuchados van hacia la dirección, fotografía, música.... es decir, la fachada. La historia que se cuenta, después de un comienzo prometedor, es enrevesada artificialmente, inverosímil". Para acabar diciendo: "Muy poca cosa para tanta publicidad". Nuevamente se tiende a juzgar una obra cinematográfica -pues Twin Peaks es puro cine, pese a crearse para y exhibirse en la caja tonta- desde parámetros literarios. La calidad de Twin Peaks estriba en su impecable narrativa, en la creación de una atmósfera, en la definición de unos caracteres. Importa más sobre quién se habla que lo que se habla, simple supeditación esta última a una estructuración convencional. David Lynch aprovecha la fórmula de la serie-río (más acorde con Peyton Place que con los sucedáneos después aparecidos) para derribar sus convencionalismos desde el interior. Como hiciera en la genial Terciopelo azul, Lynch se dedica a recrear un mundo de cotidianidad para después violentarlo con un aire de irrealidad, con un ambiente cuasi surrealista. Y véase que Twin Peaks, en última instancia, se acogería a la normativa crucial que debiera tener toda obra artística (sea cinematográfica, televisiva, literaria): desde su ambigüedad, acogerse a todo tipo de espectadores, desde los que van buscando una mera -y fascinante- historia policial hasta los que ahondan más y tratan de escarbar en la compleja sencillez de su impecable caligrafía cinematográfica. Y si después la obra se disgrega un tanto es porque, como poca gente parece haber percibido, David Lynch no ha dirigido todos los capítulos.

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