González asegura que está "cansado, pero más entusiasmado que nunca"

El presidente del Ejecutivo, Felipe González, asegura en una entrevista publicada ayer por la agencia Lusa que se encuentra "cansado", después de ocho años de gobierno, pero que, sin embargo, "está más entusiasmado que nunca por el país". González y su homólogo portugués, Aníbal Cavaco Silva, encabezarán hoy las delegaciones de ambos países que se reunirán en el sur del país vecino en una nueva cumbre ibérica.

González señala en la entrevista que las razones de su cansancio se asientan sobre todo en la primera y "durísima" parte de su gobierno y en las dudas que había sobre "la posibili...

El presidente del Ejecutivo, Felipe González, asegura en una entrevista publicada ayer por la agencia Lusa que se encuentra "cansado", después de ocho años de gobierno, pero que, sin embargo, "está más entusiasmado que nunca por el país". González y su homólogo portugués, Aníbal Cavaco Silva, encabezarán hoy las delegaciones de ambos países que se reunirán en el sur del país vecino en una nueva cumbre ibérica.

González señala en la entrevista que las razones de su cansancio se asientan sobre todo en la primera y "durísima" parte de su gobierno y en las dudas que había sobre "la posibilidad de sobrepasar la crisis económica y de arrancar y asentar definitivamente la democracia". "Creo que España está viviendo en estos momentos una época de recuperación y de renovación en términos históricos, en una onda expansiva que afectará a toda la década de los noventa", indica.El jefe del Ejecutivo cree como "responsable político y como ciudadano" que la democracia "es siempre más sólida cuando el juego de las alternativas está definido", pero considera que la "oposición española, por lo menos una parte de ella, trabaja para que no haya alternativa y de este modo está negando esa posibilidad".

Sobre las recientes críticas de los obispos, González afirma que no las entiende muy bien. "No comprendo cuál es el razonamiento de esta jerarquía para llegar a las conclusiones a las que han llegado", puntualiza. "Tienen, sin duda, la libertad para decir lo quieran, pero quizá no sean tan receptivos para oír las cosas que me gustaría decir, pero tal vez sea más responsable de mi parte no entrar en polémica con ellos", agrega.

Respecto a la posibilidad de que se radicalice la crisis del Golfo, indica: "En caso de que haya conflicto, definiríamos una posición de acuerdo con los mecanismos que establecemos de consultas parlamentarias".

Mercado ibérico

Mientras, González y Aníbal Cavaco pretenden aprovechar la cumbre que se celebra para dar los últimos retoques a su proyecto de creación de un espacio único peninsular antes de 1993, informa Nicole Guardiola. La creación de un mercado único ibérico sin esperar hasta 1993 fue propuesta por González en Lisboa hace poco más de dos años y Portugal aceptó con algunas reticencias. El proyecto ha conocido en los últimos meses una notable aceleración.Ambos Gobiernos, que no dudan en calificar las relaciones mutuas de "excelentes" y "ejemplares", esperan con esta medida atenuar los efectos negativos que para las dos economías tendrán el Mercado único Europeo, la crisis del Golfo y las transformaciones en curso en el viejo continente.

España es hoy el primer cliente de productos portugueses, cuando hace cinco años ocupaba el séptimo lugar en el comercio externo luso. Mientras, Portugal es el sexto destinatario de las inversiones hispanas en el exterior (con un 6,17% del total) y uno de los más visitados por los turistas de nuestro país (17,5,millones de entradas en 1989). 700 empresas lusas cuentan con capital español, según datos oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El estrechamiento de relaciones políticas es aún más notable. La ejecución del guión aprobado en la cumbre de Sevilla del pasado febrero ha dado lugar en los últimos meses a media docena de reuniones a alto nivel. Un seminario en noviembre reunió a seis responsables ministeriales de cada parte.

En la cumbre de hoy participan, además de los presidentes y los jefes de las diplomacias respectivas, cuatro ministros por cada parte.