Arabia Saudí favorece una salida negociada a la crisis del Golfo

Arabia Saudí apuesta decididamente por la negociación y por una solución pacífica al conflicto del golfo Pérsico. El Gobierno de Riad difundió ayer un comunicado que celebraba la intención norteamericana de parlamentar antes de recurrir a la fuerza, diciendo que tal iniciativa supone "un paso positivo para que el problema sea resuelto de acuerdo con las resoluciones árabes, islámicas e internacionales".

Arabia Saudí ha mantenido desde el principio de la crisis una actitud favorable al diálogo, coherente con la previsión de que una guerra devastaría, sin duda, buena parte de su territori...

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Arabia Saudí apuesta decididamente por la negociación y por una solución pacífica al conflicto del golfo Pérsico. El Gobierno de Riad difundió ayer un comunicado que celebraba la intención norteamericana de parlamentar antes de recurrir a la fuerza, diciendo que tal iniciativa supone "un paso positivo para que el problema sea resuelto de acuerdo con las resoluciones árabes, islámicas e internacionales".

Arabia Saudí ha mantenido desde el principio de la crisis una actitud favorable al diálogo, coherente con la previsión de que una guerra devastaría, sin duda, buena parte de su territorio. Su ministro de Exteriores, Saud al Fisal se hallaba ayer en El Cairo para examinar junto a sus colegas egipcio y sirio -Esmat Abdel Meguid y Faruk Asmara, respectivamente- la reciente propuesta de conversaciones entre Washington y Bagdad hecha por el presidente norteamericano George Bush. Dicha iniciativa fue celebrada ayer también por Moscú que subrayó que ahora le "corresponde hablar a Irak".El príncipe Janid Ben Sultán Abdul Aziz, ministro de Defensa saudí y jefe supremo, al menos en teoría, de la fuerza multinacional desplegada en Arabia Saudí, reiteró el domingo que su país "no quiere la guerra". "Esperemos que este problema sea resuelto de forma pacífica y que el presidente Sadam Husein recobre el buen sentido", dijo el príncipe ante sus tropas. También reconoció que, de estallar una guerra, la primera sangre vertida sería saudí".

Esta convicción se reflejaba ayer en el tono del comunicado saudí, el cual subrayaba que una respuesta positiva del presidente iraquí, Sadam Husein, a la oferta de Washington daría pie a "la solución ideal para esta crisis.

Además de insistir en la necesaria retirada iraquí, se resaltaba la urgencia de que cesara la acumulación de armamento que amenaza al Reino [saudí], a los demás países del Golfo y al conjunto de la región".

La invasión y anexión de Kuwait por parte de Irak ha supuesto una dura lección para los acaudalados países de la península arábiga, convencidos hasta el pasado verano de que el dinero podía garantizar su seguridad.

El 'trueno' de las armas

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Prueba del interés que por las cuestiones bélicas ha despertado la invasión de Kuwait en estos países es la feria armamentista que se celebrará el próximo mes en el emirato de Dubai.Las ofertas estelares de dicho certamen, al que obviamente no ha sido invitado Irak, serán el nuevo modelo del avión soviétivo Mig 31, el FA-18 Hornet norteamericano y los sistemas de protección contra el armamento nuclear, químico y biológico.

La feria se celebrará, "pase lo que pase", el 27 de enero, y ya se han recibido más de 20.000 solicitudes de asistencia, lo que supone "más del doble del público que acudió en la edición pasada", según Fairs and Exhibitions Limited, la firma londinense que organiza la feria.

Un portavoz de los Emiratos Árabes Unidos declaró en una entrevista concedida al diario Riyache Daily: "Muchos fabricantes de armas esperan tener un año excelente, a pesar del fin de la guerra fría, gracias a la tensión que se vive aquí".

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