ELECCIONES EN LA ALEMANIA UNIDA

Berlín castiga a los socialdemócratas de Momper

La catástrofe electoral de los socialdemócratas se extendió tambien al land Berlín, donde el partido del actual alcalde, Walter Momper, sufrió un considerable bajón. Con cerca del 80% de los votos escrutados, el SPD se queda en un 31,3% de los sufragios y 69 senadores de un total de 200, mientras que sus rivales democristianos, dirigidos por Eberhard Diepgen, alcanzan un 38,9% de los votos y 78 senadores. Los liberales obtienen un 8% y 15 representantes; los comunistas renovados del PDS, un 10% y 17 senadores, mientras que los miembros de la Lista Alternativa -el equivalente de los Verd...

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La catástrofe electoral de los socialdemócratas se extendió tambien al land Berlín, donde el partido del actual alcalde, Walter Momper, sufrió un considerable bajón. Con cerca del 80% de los votos escrutados, el SPD se queda en un 31,3% de los sufragios y 69 senadores de un total de 200, mientras que sus rivales democristianos, dirigidos por Eberhard Diepgen, alcanzan un 38,9% de los votos y 78 senadores. Los liberales obtienen un 8% y 15 representantes; los comunistas renovados del PDS, un 10% y 17 senadores, mientras que los miembros de la Lista Alternativa -el equivalente de los Verdes en Berlín- y Alianza 90, que concurrían por separado, obtienen, respectivamente, 12 y 9 senadores.La coalición rojiverde que gobernó la parte occidental de la ciudad hasta que se rompiera, hace dos semanas, después de los incidentes de los squatters de la calle de Maguncia, no podrá recomponerse. Tanto Diepgen como Momper aceptaron ayer implícitamente la posibilidad de una gran coalición entre CDU, SPD y FDP; el problema que se plantea es de personalidades.

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La relación personal entre los dos líderes no puede ser peor, y ambos han transmitido sus antipatías a sus propios partidos. Momper, el gran perdedor, ve cómo su futuro político, la posibilidad de configurarse como la alternativa a Lafontaine, se esfuma al perder el trampolín que significa la alcaldía de Berlín.

La cuestión de la capitalidad de Alemania pareció ayer tomar ciertos visos de realismo. Tanto Kohl como Walgel, Lafontaine y Lambsdorff, se pronunciaban por "Bonn y Berlín", una elegante manera de decir que las cosas seguirán como están. Berlín, capital teórica; pero Bonn, sede del Gobierno. Gysi, paradójicamente, se pronunció por Bonn.

Para la extrema derecha tampoco fue ayer un buen día en Berlín. Los republikaner perdieron sus escaños en la antigua capital prusiana.

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