Negro horizonte

A los operadores les resulta cada vez más difícil vivir de un negocio a la baja como es la Bolsa. Sociedades y agencias de valores llevan meses aguantando, pero con el escaso mercado actual y el rígido arancel de ejecución de órdenes establecido por la ley hasta 1992, el horizonte parece cada vez más negro. La sesión de ayer fue una nueva muestra de que la situación es delicada. Los intermediarios no ganan dinero y los inversores asisten a goteos a la baja, seguidos de súbitas recuperaciones técnicas o simples bajadas. La tentación de salirse parece servida. El mercado bajista se presta a ...

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A los operadores les resulta cada vez más difícil vivir de un negocio a la baja como es la Bolsa. Sociedades y agencias de valores llevan meses aguantando, pero con el escaso mercado actual y el rígido arancel de ejecución de órdenes establecido por la ley hasta 1992, el horizonte parece cada vez más negro. La sesión de ayer fue una nueva muestra de que la situación es delicada. Los intermediarios no ganan dinero y los inversores asisten a goteos a la baja, seguidos de súbitas recuperaciones técnicas o simples bajadas. La tentación de salirse parece servida. El mercado bajista se presta a aceptar algunas de las OPA que se están formulando en las últimas semanas. Falta por ver, sin embargo, si estas OPA que se pagan hoy a precios aparentemente altos resultarán, a medio plazo, baratas para quien las promueve. Algunos analistas señalan claramente que las cotizaciones actuales están reflejando ya en algunas sociedades un esperado descenso de beneficios que se ha manifestado en los grupos papelero, químico, metalúrgico y automovilístico. Los críticos recuerdan, además, la imposibilidad de operar a crédito y, en concreto, de vender títulos como una apuesta bajista, con la esperanza de poder comprarlos en el futuro a precios más bajos.

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