Tribuna:

Reacciones en cadena

El corto plazo no ha demostrado la confianza suficiente en sus propias fuerzas como para sacar adelante las tomas de posiciones de la apertura semanal, lo que ha dado lugar a un nuevo incremento de las partidas vendedoras, si bien en unos términos que poco daño pueden hacer a las cotizaciones bursátiles.El goteo a la baja se impone sin demasiadas dificultades, más por la ausencia de alicientes que ofrece el mercado a los posibles compradores que por la presión de un papel que llega al mercado forzado por las circunstancias. La incertidumbre es la única variable que aparece un tanto definida en...

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El corto plazo no ha demostrado la confianza suficiente en sus propias fuerzas como para sacar adelante las tomas de posiciones de la apertura semanal, lo que ha dado lugar a un nuevo incremento de las partidas vendedoras, si bien en unos términos que poco daño pueden hacer a las cotizaciones bursátiles.El goteo a la baja se impone sin demasiadas dificultades, más por la ausencia de alicientes que ofrece el mercado a los posibles compradores que por la presión de un papel que llega al mercado forzado por las circunstancias. La incertidumbre es la única variable que aparece un tanto definida en estos días y, lo que está detrás de cualquier movimiento, lo que explica el carácter un tanto errático de la actuación de los inversores en estas últimas sesiones.

La trayectoria de los grandes mercados bursátiles internacionales tampoco ayuda gran cosa, ya que Wall Street y Tokio parecen incapaces de sustraerse a la tensión que genera el conflicto del golfo Pérsico casi cada día. Las reacciones en cadena son, en estos momentos, lo único predecible del comportamiento de unos mercados atrapados en una coyuntura macroeconómica incierta, aunque nadie es capaz de definir el punto de origen de estos movimientos.

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