El Lobo Feroz, en el banquillo

El miércoles empieza el juicio contra el presunto asesino de dos prostitutas que fueron emparedadas en un mesón

Dos prostitutas fueron asesinadas con un cuchillo de cortar jamón a finales de 1987. Sus, cuerpos, fueron hallados el 23 de enero de 1989 cuando se hicieron obras de reforma en el mesón El Lobo Feroz, en la calle de Lucientes de Madrid. Las mujeres estaban emparedadas en el sótano. El miércoles comienza en la Audiencia Provincial el juicio por estas muertes, de las que se acusa a Santiago San José. El fiscal pedirá para él 74 años de cárcel por tres delitos de asesinato, uno de ellos frustrado, y dos inhumaciones ilegales.

Santiago San José Pardo, de 33 años, tiene, según el fiscal, "un...

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Dos prostitutas fueron asesinadas con un cuchillo de cortar jamón a finales de 1987. Sus, cuerpos, fueron hallados el 23 de enero de 1989 cuando se hicieron obras de reforma en el mesón El Lobo Feroz, en la calle de Lucientes de Madrid. Las mujeres estaban emparedadas en el sótano. El miércoles comienza en la Audiencia Provincial el juicio por estas muertes, de las que se acusa a Santiago San José. El fiscal pedirá para él 74 años de cárcel por tres delitos de asesinato, uno de ellos frustrado, y dos inhumaciones ilegales.

Santiago San José Pardo, de 33 años, tiene, según el fiscal, "una personalidad anómala y mal estructurada" que "no le limita su conciencia y voluntad". San José, que regentó el mesón entre 1986 y 1988, reconoció al ser de tenido, en marzo de 1989, haber acuchillado a dos mujeres.Según el fiscal, en agosto de 1987 Santiago fue a la calle de la Cruz, donde contrató por 5.000 pesetas los servicios como prostituta de María Luz Varela Alonso, que entonces contaba 22 años. Ambos volvieron al mesón, donde San José atacó a la mujer con un cuchillo de cortar jamón cuando ésta estaba desnuda de cintura para abajo. Una de las cuchilladas le atravesó el corazón. El acusado bajó el cuerpo al sótano y lo abandonó varios días. El 5 de octubre tapó el cadáver con una tela de arpillera y unos plásticos y cubrió todo con yeso. María Luz tenía dos hijas, Alicia, y Gema, y vivía con su madre, Angeles Alonso Pérez.

La emparedada desconocida

Ese mismo mes, Santiago volvió a la calle de la Cruz para contratar a otra prostituta, a la que invitó al mesón. Al, igual que en la agresión anterior, atacó a esta mujer con el largo cuchillo. Bajó el cuerpo al sótano y lo tapó con ladrillos y maderas. La identidad de esta mujer aún se desconoce.

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El 23 de diciembre de 1987, Santiago fue por tercera vez a la calle de la Cruz. Araceli Fernández Regadera lo acompañó hasta El Lobo Feroz. Sin embargo, logró esquivar las cuchilladas y escapar, no sin heridas, que, según el fiscal, "la incapacitaron para trabajar durante 10 días".

El fiscal pide 27 años de cárcel por cada asesinato, 20 años por el frustrado y tres meses por cada inhumación. La acusación particular, ejercida en nombre de la madre de María Luz Varela, pide 30 años por cada asesinato, 26 años y ocho meses por el frustrado y un año por las inhumaciones. El fiscal reclama ocho millones de indemnización para las hijas de María Luz Varela.

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