Denunciado ante el Juzgado de Móstoles el estado lamentable de la escuela infantil Colores

Los padres de los niños entre cero y seis años de la escuela infantil Colores, en la calle del Coronel de Palma de Móstoles, han presentado una denuncia en el Juzgado número 7 de esta localidad contra la Comunidad de Madrid por la situación en que se encuentra la escuela, que el 29 de octubre abría sus puertas en condiciones lamentables, según los padres.La escuela debería haber iniciado el curso el pasado 8 de octubre. Sin embargo, los padres comprobaron durante una visita a las instalaciones que la suciedad imperaba en todas las salas, que había cristales rotos y que faltaba personal, por lo...

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Los padres de los niños entre cero y seis años de la escuela infantil Colores, en la calle del Coronel de Palma de Móstoles, han presentado una denuncia en el Juzgado número 7 de esta localidad contra la Comunidad de Madrid por la situación en que se encuentra la escuela, que el 29 de octubre abría sus puertas en condiciones lamentables, según los padres.La escuela debería haber iniciado el curso el pasado 8 de octubre. Sin embargo, los padres comprobaron durante una visita a las instalaciones que la suciedad imperaba en todas las salas, que había cristales rotos y que faltaba personal, por lo que se negaron a que sus hijos fueran al colegio.

La directora general, Aurora Ruiz, les aseguró que el día 29 fa escuela podría funcionar al 60% o 70% de su capacidad. El pasado viernes fueron convocados a una asamblea por la directora de la escuela infantil en la cual fue presentado el personal que atendería la misma y que, en opinión de los padres, parece suficiente y competente.

Sin calefacción ni electricidad

El lunes, los niños llegaron al centro y, para sorpresa de sus padres, se encontraron con que no había calefacción ni gas ni la suficiente potencia eléctrica para mantener un frigorífico encendido. Los biberones de los más pequeños tuvieron que ser calentados en un cámping gas que llevó la directora.A los mayores, la comida les fue servida por una contrata, pero tuvieron que comer entre la suciedad reinante, ya que las habitaciones y la cocina no habían sido limpiadas todavía.

Ayer la calefacción empezó a funcionar y los cristales fueron repuestos.

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