LA VISITA DEL LÍDER SOVIÉTICO

Un "bunker" estalinista para la 'perestroika'

I. C. La URSS empezó a construir a mediados de esta década una nueva sede para su embajada, mezcla, según el diario londinense Financial Times, de mausoleo estalinista y Alhambra granadina, que antes de haber sido acabada entró ya en la leyenda por los ocho kilómetros de galerías subterráneas y diabólicos dispositivos electrónicos que algunos medios le atribuyeron.

Mijaíl Gorbachov, promotor de esa apertura de la sociedad soviética llamada perestroika, no inaugurará, pese a algunas previsiones iniciales, un conjunto concebido en otros tiempos para que todos los funcionario...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

I. C. La URSS empezó a construir a mediados de esta década una nueva sede para su embajada, mezcla, según el diario londinense Financial Times, de mausoleo estalinista y Alhambra granadina, que antes de haber sido acabada entró ya en la leyenda por los ocho kilómetros de galerías subterráneas y diabólicos dispositivos electrónicos que algunos medios le atribuyeron.

Mijaíl Gorbachov, promotor de esa apertura de la sociedad soviética llamada perestroika, no inaugurará, pese a algunas previsiones iniciales, un conjunto concebido en otros tiempos para que todos los funcionarios de la URSS, desde el embajador hasta el técnico de transmisiones, viviesen apinados en Madrid vigilándose mutuamente.

Más información

Diseñado por un arquitecto soviético, V. Klimochkin, y un español, Javier Fernández Golfin, el recinto de la Embajada de 16.600 metros cuadrados -la mitad construidos- no sólo alberga la cancillería, el consulado y la residencia del embajador, sino medio centenar de apartamentos para los demás funcionarios y hasta instalaciones de es parcimiento, como una piscina, canchas de tenis y un jardín con juegos infantiles. Aunque los soviéticos no han precisado su coste, las estimaciones más modestas nos sitúan en unos 5.000 millones de pesetas. Ubicado en el número 155 de la céntrica calle de Velázquez, pero con salida a otras tres calles, los edificios del consulado y de la cancillería fueron construidos por la empresa española Ferrovial y rematados, a principios de este año, por medio centenar de albañiles y técnicos enviados desde Moscú, cifra que el Ministerio de Asuntos Exteriores español consideró algo excesiva. También vino para embellecer la obra Ilya Glasonov, célebre decoradora moscovita.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En