Yugoslavia, ¿una federación confederal?

Eslovenia y Croacia proponen una alianza entre las repúblicas

Belgrado Las repúblicas yugoslavas de Eslovenia y Croacia ya tienen elaborado su Proyecto del Contrato sobre la Confederación Yugoslava-Alianza de las Repúblicas Yugoslavas que, en su opinión, debería regir las relaciones entre las seis repúblicas que integran el país balcánico. La Alianza entre las Repúblicas Yugoslavas, según este proyecto, debería basarse en un contrato cuya duración oscilaría entre 5 y 10 años. "Dependiendo del desarrollo y de la expansión de la integración europea, los Estados miembros de la Alianza pueden, aun ante s del vencimiento del contrato, separada o conjuntamente...

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Belgrado Las repúblicas yugoslavas de Eslovenia y Croacia ya tienen elaborado su Proyecto del Contrato sobre la Confederación Yugoslava-Alianza de las Repúblicas Yugoslavas que, en su opinión, debería regir las relaciones entre las seis repúblicas que integran el país balcánico. La Alianza entre las Repúblicas Yugoslavas, según este proyecto, debería basarse en un contrato cuya duración oscilaría entre 5 y 10 años. "Dependiendo del desarrollo y de la expansión de la integración europea, los Estados miembros de la Alianza pueden, aun ante s del vencimiento del contrato, separada o conjuntamente... abandonar o disolver la Alianza y pedir la entrada en la Comunidad Europea".

El proyecto prevé la creación del mercado único, libre circulación de los capitales y de la mano de obra, la unión aduanera y la armonización de la infraestructura y los servicios. Los Estados miembros serían soberanos en su política interna, a la vez que compartirían algunas instituciones conjuntas: el Parlamento consultivo, el Consejo de Ministros, la Comisión Ejecutiva y el Tribunal Confederal. Cada uno de ellos llevaría su propia política exterior -con las propias sedes diplomáticas-, mientras que en algunas áreas, la Alianza coordinaría su política exterior. Las seis Repúblicas tendrían su propios ejércitos, y sólo un contingente sería puesto a disposición de la Alianza: un arreglo similar al de la OTAN, según los creadores del proyecto.Si esta propuesta llegara a materializarse, Yugoslavia sería el primer país europeo que se autodisuelve para unirse temporalmente en una alianza en espera de ser integrada en la CE. "Las grandes diferencias que distinguen a los pueblos yugoslavos y la desconfianza existente entre ellos hacen imposible una federación", afirma Janez Drnovsek, miembro esloveno ante la presidencia colectiva yugoslava. Sin embargo, cuatro Repúblicas yugoslavas, y sobre todo la mayor entre ellas, Serbia, se oponen vehementemente al proyecto confederal.

Visión centralista

Hace un año, la Liga de los Comunistas de Yugoslavia discutía en sesiones maratonianas entre la federalización del partido comunista, propuesta por los eslovenos, y la visión centralista del mismo, sostenida por el presidente serbio, Slobodan Milosevic. Frente a la imposibilidad de entablar el diálogo con los seguidores de Milosevic, los comunistas eslovenos abandonaron la Liga de los Comunistas y ésta desapareció.

Las seis repúblicas yugoslavas.

Actualmente, la misma batalla se libra en la presidencia colectiva yugoslava, compuesta por ocho miembros. Los confederalistas versus los federalistas.

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Por el momento son los Gobiernos democráticamente elegidos los que abogan por la confederación, y los comunistas, que todavía no se han sometido a la prueba electoral, defienden, con amenazas de guerra étnica, una federación. La presidencia colectiva está dividida, y el presidente de turno, el serbio Borisav Jovic, está preso de los intereses serbios. Jovic prometió someter al Parlamento federal los dos proyectos -el confederal y el federal-, pero en el último momento se disoció de la propuesta confederal anteponiendo la visión serbia. El miércoles, Jovic expondrá su propio proyecto de la federación yugoslava.

Si el diálogo entre confederalistas y federalistas, que en el país balcánico se traduce, como todo, en enfrentamientos étnicos, pudiera llevarse en la mesa de negociaciones, entonces se reduciría a un debate intelectual, bizantino, cuyo desenlace final podría ser una federación confederal, según la define cínicamente el diario Borba.

Pero la paciencia negociadora y la razón política no caracterizan a los pueblos balcánicos. Croacia y, sobre todo, Eslovenia, aspiran a disociarse lo más pronto posible de Serbia, cuya política en Kosovo conllevó la cuarta resolución del Parlamento Europeo que condena la violación de los derechos humanos en esta provincia meridional serbia y condiciona la ayuda de la CE a Yugoslavia a que en ella se respeten los derechos humanos.

Eslovenia planea la creación de sus propias sedes diplomáticas en los países limítrofes con Yugoslavia, en las capitales europeas, en Moscú y en Washington, señala el ministro de Exteriores esloveno Dimitrij Rupel. No queda claro cómo se realizaría el proyecto, a menos que Eslovenia se declare independiente, paso al cual el Gobierno esloveno parece tener miedo. Tampoco han calculado su coste. "Tanto el entierro como el nacimiento cuestan dinero", dice el jefe del Gobierno de Eslovenia, Lojze Peterle. Rupel pretende convocar en enero una conferencia internacional sobre la futura Europa y los pueblos pequeños. En la lista de invitados están los representantes de los países bálticos, de los catalanes y de Baviera.

Elecciones en diciembre

La dirección serbia temerosa de perder las elecciones convocadas para el 9 de diciembre, abrirá antes de sentarse a negociar, los nuevos focos de conflicto entre su población en Bosnia y Croacia, alegando la situación desfavorable de su etnia en estas Repúblicas y justificando de esa manera su negativa a aceptar la confederación. Las incursiones serbias en otras Repúblicas vienen acompañadas con la sombra de la guerra étnica.

El miércoles, Jovic presentará el proyecto de federación yugoslava, que de antemano se sabe que será rechazado por los croatas y los eslovenos. De ahí que la presidencia colectiva yugoslava puede correr la misma suerte que la Liga de los Comunistas de Yugoslavia, que frente a la ausencia de diálogo desapareció.

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