Un lotero apodado El Cenizo dio 500 millones en el sorteo de ayer

Manuel González Pérez, un lotero al que en Brihuega (Guadalajara) llamaban cariñosamente El Cenizo porque nunca había repartido un premio importante en su vida, fue el vendedor del Premio especial de 500 millones del sorteo extraordinario de la Lotería Nacional, dedicado a Iberoamérica, que se celebró ayer.

La administración que regenta su hermana Carmen distribuyó una serie de 10 décimos del número 15.249, entre ellos uno de la fracción 6, agraciada con el premio especial de 500 millones.

Los afortunados son 10 vecinos de la localidad alcarreña de Brihuega, que estab...

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Manuel González Pérez, un lotero al que en Brihuega (Guadalajara) llamaban cariñosamente El Cenizo porque nunca había repartido un premio importante en su vida, fue el vendedor del Premio especial de 500 millones del sorteo extraordinario de la Lotería Nacional, dedicado a Iberoamérica, que se celebró ayer.

La administración que regenta su hermana Carmen distribuyó una serie de 10 décimos del número 15.249, entre ellos uno de la fracción 6, agraciada con el premio especial de 500 millones.

Los afortunados son 10 vecinos de la localidad alcarreña de Brihuega, que estaban abonados desde hace siete años a este número, entre ellos el propio vendedor Manuel González, al que le han correspondido ocho millones de pesetas.

Ninguno de los agraciados ha querido descubrir quién es el ganador de los 500 millones. Los comentarios en el pueblo apuntan a un vecino dedicado a negocios de la construcción, pero el propio interesado dice que aunque él compró el décimo, el propietario es en realidad un hijo suyo que está de viaje de novios y asegura que todavía no sabe cuánto le ha tocado.

Una vez conocida la noticia, Manuel González Pérez fue paseado en olor de multitudes en un coche hasta un bar de la localidad, donde celebraron con champán el acontecimiento.

Manuel, que confesó que hasta ahora le costaba colocar la lotería, dado que nunca había vendido un premio importante en su vida, vendió esa misma mañana todo lo que tenía para el próximo sorteo. Por si eso fuera poco, vio también con satisfacción cómo en el pueblo le cambiaron, hasta el apodo. El Cenizo ha pasado a ser conocido desde ayer como El Potreras.

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